jueves, 18 de julio de 2024

LA TRIVIALIZACIÓN DEL SEXO... ¡Un mundo erotizado!

 
 ¿Por qué la sexualidad se ha trivializado y al mismo tiempo se ha convertido en algo tan importante en el mundo en que vivimos? La avanzada tecnología -mal usada- es maestra de erotización cuando no, de disfrazada pornografía. 

Hay inflación-oferta de sexo porque su valor disminuyó; por poco dinero se pueden comprar toneladas de él. Antes había menos sexo disponible porque valía mucho, era un bien escaso: estaba protegido detrás de los férreos muros del pudor y la intimidad conyugal, y no se exhibía. 

Se consideraba algo demasiado valioso y trascendente para salir a la luz pública tan alegremente como ahora. Hoy, cuando el sexo está disponible de inmediato, cuando “hacer el amor” con una u otra persona puede ser un juego o una simple aventura, el sexo parece haber perdido su valor. 

Mostrar el cuerpo desnudo es menos importante que rascarse la nariz; que los vestidos no cubran parte de la anatomía corporal es tan poco importante como que haga calor. El sexo hoy es algo poco relevante y sin valor. Por no tomarlo en serio, lo tomamos muchas veces, en dosis a nuestros deseos. Por eso crece la obsesión por él.  El sexo moderno es: 

1. Según el “cientificismo-terapéutico-funcional”, es una actividad necesaria para la buena salud física y psíquica. ¡El sexo es salud! La castidad es perjudicial represión de las fuerzas naturales. Así, abundan “sexólogos” que “ayudan” a lograr la armonía psíquica de la persona con su sexo. El sexo se convirtió solo en una técnica placentera. 

2. Abundan “profesionales” que afirman: “lo importante es que la persona, el individuo o paciente, se sienta bien “con” y “como” es. Y sí la persona es homosexual, pedófilo, zoófilo, sadomasoquista etc. ¿debe igualmente sentirse bien “con” y “como” es? 

3. Sucede lo que podríamos llamar la “banalización lúdica y comercial del sexo”, donde éste se transforma en producto de consumo para clientes que lo demandan. 

4. Muchos afirman que el sexo se elige y la propia identidad se construye a partir del sexo. Hoy se puede cambiar de sexo a gusto y paladar. De tal modo que, si hoy soy “el”, mañana puedo ser “ella

Pero quizá, ante todo se busca el sexo seguro. Según esta concepción, hacer “el amor” es la manera normal de quererse y nada malo hay en ello, puesto que no incluye nada parecido a la “culpa” o “pecado”. ¡Es tiempo del carpe diem sexual! 

El “sexo seguro”, permite cambiar de pareja y aumentar su frecuencia cuantas veces se desee. Una amistad de pareja que incluye sexo desea “divertirse”. Si esto sale mal, aparece el aborto, como “solución”.  

¡Hediondo escupitajo de una sociedad podrida y decadente! Ayer, el sexo era un plato fuerte de la vida. Hoy no pasa de ser un aperitivo. 

Propuesta: La virginidad y el amor para toda la vida son formas de convertirlo nuevamente en plato fuerte. La trivialización del sexo posmoderno, comparte morada con el acto perril o perruno y nada más. ¡No más mamás que furtivamente (kañyhape) introducen en la cartera de su hija de 12 años preservativos -ndajé- para cuidarse! 

Naturalmente, este artículo, me expone al tiro cruzado de algunos reconocimientos, también, me apuntarán dardos de amargas críticas como: fundamentalista, trasnochado, puritano, medievalesco y demás etcéteras. 

Aún así, este servidor expone sus convicciones sin ocuparse de proteger su “yo”. Deseo ser coherente con mis creencias, pero, me rendiré gustoso si algún comentario me demostrara lo contrario, pues estoy abierto a aprender. 

Mientras tanto, hago oportuna la ocasión para saludar a los lectores, al tiempo de expresarles mis sentimientos de respeto. ¡Ta upéciha …. que así sea! 

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