El tiempo es lo más poderoso con el que contamos y el único recurso no renovable del mundo, por lo menos hasta que la “máquina del tiempo sea inventada”. Pero, éste es el recurso que más se desperdicia, ya que todo mundo se queja de la falta de tiempo y todo mundo lo derrocha.
El tiempo corre y no vuelve. Lo valioso se escapa por no valorarlo. Con pocos cambios en nuestro rekove-hábitos podemos superarlo: planificar nuestras actividades nos ayuda a ahorrar tiempo.
No se pierde tiempo al disfrutar de descanso o vacaciones, sino al tiempo que se pierde por olvido, fallas o errores, por no planificar las actividades. En aulas de relaciones humanas dice que mucho ganamos dando prioridad a lo importante sobre lo urgente.
En la gestión del Tiempo se puede decir que hay niveles sociales: *Aquellos a los que les da igual lo que hacen con su tiempo. *Gente que debe organizarse, pero no sabe cómo arreglarlo. *Los que en teoría saben cómo organizarse, pero no lo saben llevar a la práctica.
Algunos ejemplos de pérdidas de tiempo: *Inútiles reuniones: donde no se ponen objetivos o se posterga la toma de decisiones. *Falta de concentración: *No delegar. *Falta de información. *Demora en la toma de decisiones. *Insuficiente capacitación de la persona…
Se dijo: Una de las maneras para solucionar problemas, es pasar de la poesía a las matemáticas: suma los minutos que pierdes al día en tareas improductivas, multiplica por lo que le cuesta a tu empresa tu tiempo, proyecta esa cifra a todo el año, y verás el dinero que se estás perdiendo…
Por lo dicho, ya paro de hacerles perder el tiempo, leyendo este comentario. ¡Ta upéicha anguiru!
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