sábado, 7 de noviembre de 2020

EL LECHO DE PROCUSTO

Según la mitología griega, Procusto fue dueño de una posada en Ática. Loco y cruel, luego de la cena llevaba a los clientes a pasar la noche en una cama muy especial. Tenía una manía enfermiza: el cliente debía encajar perfectamente en la cama.

Si el viajero era muy alto lo llevaba a una cama pequeña, y para que cupiera cortaba sus piernas. Pero, si el infeliz era demasiado corto, lo llevaba a una cama larga y estiraba sus extremidades hasta alcanzar la altura adecuada.

Años después, Procusto fue víctima de su propio crimen. Le aplicaron la Ley de Hércules; pagó sus crímenes con la misma moneda: fue decapitado. El mito es una figura de nuestro pensar y modo de ser. 

Muchas veces, en su relación con otros, el terrícola resuelve sus problemas haciendo un “traje a la medida”... de sus ideas, lenguaje y acciones al estilo Procusto: ¡Así es, así se hace, así me gusta!, sin importar que esté bien o mal, la lógica ni la realidad. 

El síndrome de Procusto es signo del que, al verse superado por el talento de otros, decide ignorarlo. Miedo y dudas le hace vivi en asidua mediocridad; no avanza y es tropiezo para otros. Hace el mal.

Dicen los que saben: Por lo general, el síndrome de Procusto se da en personas muy frustradas y descontroladas, con autoestima baja. 

Sufrieron humillaciones y diferentes eventos estresantes y traumáticos que les duden de su propia capacidad. Luego tratan de compensar su fragilidad siendo agresivos. También ocurre en caso contrario: una persona con exagerada autoestima, narcisistas sin límites, se creen "sabiosmoneditas de oro".

¿Se da este síndrome entre cristianos? La Biblia nos muestra algunos casos:

José, amado por su papá más que sus hermanos, tenía don de interpretar sueños, fue vendido por sus hermanos. Su túnica resaltó más de la cuenta…, al menos eso pensaron los procustos hermanos.

*David, el humilde pastorcito de ovejas sufrió las maldades del rey Saúl que padecía del síndrome de Procusto y quien, sin misericordia, quiso clavarlo en la pared en varias ocasiones. Lo persiguió con cientos de soldados para matarlo. ¿El pecado de David?: Mató a 10.000 y Saúl solo a 1.000.

*Pablo, antes perseguidor de la iglesia ahora es un líder. Pero ninguno de los apóstoles lo reconoció, ayudo (lo aislaron). Solo Bernabé  tuvo la capacidad ver en Saulo a un gran líder servidor.

Jesús, un ilustre Maestro no salido de aulas judías, era sobresaliente porque “enseñaba como quien tiene autoridad”. Fue calumniado, denigrado y asesinado por quienes se sintieron "menos" que él.

Entonces, el cristiano debe considerar al otro superior a uno mismo. Es difícil en un mundo malo, pero para el cristiano debe ser algo normal: 

No hagan nada por rivalidad o por orgullo…que cada tenga a los demás como mejores que él mismo” (Filip 2:3).

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