LUEGO…
¡LA PATRIA…!
La historia nos cuenta que tiempo atrás, hemos tenido hombres sensatos y patriotas que han dirigido instituciones públicas y el país. Hoy, cualquiera advierte que la situación ha cambiado… para peor. En primer lugar, la competencia intelectual y moral de quienes dicen representarnos, se ha “estrellado” contra el fondo del abismo.
Peor calificación no la podríamos
obtener, ni comprando. Es que, el “recurso” político, es decir, los hombres del partido, cualquiera sea el
color del trapo, ayer y hoy, por izquierda y por derecha, muestran a gritos y
en colores, que son mediocres, ignorantes, aprovechadores, corruptos y por
consiguiente, antipatriotas. Naturalmente, se excluyen las pocas y consabidas
excepciones que la regla confirma. En esta ensalada de desengaños, hablar de
ética, decencia y dignidad personal es simple gran contrasentido.
El clima moralmente putrefacto que estos
políticos crearon a su alrededor como férrea e inexpugnable “cultura” del mbareté-
pokaré para protegerse de la
justicia – las más de las veces, sorda, ciega y muda, es decir, ausente - hace
que la impunidad reine gloriosa en la dolorida patria. Por ello y, desde años,
nuestro pobre suelo guaraní soporta atragantado, torrentes de crimen, miseria,
desfachatez, traiciones, robos, escándalos, corrupción….sin ningún tipo de problemas
para los expertos hacedores del mal.
¿Qué ocurre con el trillado discurso de mejores candidatos
con vocación de servicio público que se nos ofertan aquí y allá? Quien promete dedicarse a lo público no debe esperar
que la sociedad le pida cuentas de su promesa.
Los políticos deben priorizar la patria antes que su partido, grupo o
facción, dando ejemplo de honestidad y de buena fe en la gestión de
los asuntos públicos, a los cuales se comprometieron, cobrando ingente suma de
dinero.
Y nada digamos de aquellos en quienes
depositamos las más altas responsabilidades, hay dos valores que en mi opinión
deben ocupar un lugar preeminente, la empatía con el sufrimiento ajeno y
el amor a la paz, pues no debemos olvidar que lo que ponemos en sus manos
es el poder, que en muchos de ellos constituye el núcleo de su ambición, al
decir de Valentín Fuster.
Y con partidos
políticos en decadencia no hay democracia que funcione. Por eso, sus miembros
deben ser conscientes de que no sintonizan con la gran mayoría de la población
y nada hacen por establecer una reconexión no tamizada en los viejos esquemas
de la politiquería, opina Alberto
Acosta Garbarino (Ultimahora.com 22.09.07).
A modo de ejemplo (entre tantos) dos casos de vergüenza que pinta de cuerpo entero nuestra calamidad política y social:
A) …Catorce parlamentarios, entre
senadores y diputados, están en la mira de la Unidad de Delitos Económicos y
Anticorrupción. La mitad de ellos, siete, ya cuentan con imputaciones penales,
mientras que los otros siete soportan investigaciones previas.. (Abc 10.03.14 -por Griselda Centurión).
B) Se postula a concejal hija de
diputado imputada por “compranotas” en la UC. María Belén Maldonado Silva, hija
del diputado Celso Maldonado, funcionaria de la Cámara Baja, gracias a la
gestión de su padre y sin concurso de admisión, imputada además por la compra
de notas en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, presentó su
precandidatura para la concejalía en Luque. La mujer gana G. 7.700.000. (Abccolor
02.05.15)
Realmente son impresionantes
las metidas de pata que nos hacen dar la ignorancia cuando es osada. ¡Nuestra
fauna política -en general- es Phd en osada ignorancia!
Si no volvemos a
reforestar este suelo con los valores fundamentales de nuestra identidad
nacional, el modelo de país que articulamos será muy técnico y mecánico, pero
no prenderá en la conciencia colectiva del hombre paraguayo. (cfr. S. Núñez
Sociedad y Política, p. 50).
El mal nunca tiene la última palabra
cuando hay esperanza y voluntad. El mal solo vence a los desesperanzados y
derrotados. Entonces, hagamos cada uno lo que corresponde, denunciemos lo que
está mal y no aplaudamos al político malo y que hace mal: aunque nos ofrezca
algún transitorio carguito o por alguna promesa que jamás
cumplirá. Nos declaramos un pueblo valiente... y lo somos.... ¡demostremos
que de veras lo somos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario