¡¡HA GANADO
A LA MUERTE!!
El 13 agosto 2015 se registró un acto heroico, el derecho a la vida ha ganado la batalla. El caso de la niña paraguaya movilizó a organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional. La niña cumplió 11 años en mayo - presuntamente violada y embarazada por su padrastro - dio a luz en un hospital de Asunción.
Tanto la niña
como la bebé, de 3,5 kilos, se encuentran en perfecto estado de salud y se
espera que puedan marchar a casa en unos tres días, aseguró a la agencia
de noticias EFE, Elizabeth Torales, abogada de la madre de la menor.
El embarazo de
la niña generó un gran debate tanto fuera como dentro de Paraguay, donde las
leyes sólo permiten el aborto en el caso de que haya peligro de muerte para la
madre y tras una recomendación médica. La madre había pedido que se
realizara un aborto "para salvarle la vida" a su hija, pero las
autoridades lo negaron. Para presionar a las autoridades, Amnistía Internacional
(AI) lanzó la campaña Niña En Peligro.
Nunca es lícito
terminar con una vida inocente. Lo que si
puede ser moralmente aceptable es el tratamiento de un problema médico, aunque
su resultado secundario fuera la muerte del feto, pero siempre y cuando el
aborto no sea el fin en sí mismo. Y
en el caso del aborto se trata de la vida en su mayor estado de inocencia.
¿Cómo puede alguien siquiera plantearse que la solución a un problema, por más
grave pueda ser, se encuentre en matar a un indefenso?
Traigo a colación las enseñanzas del P. Jorge Loring: La
crueldad de una madre matando a su hijo no tiene parangón. Ese hijo es la
persona que más la va a querer. Ningún hijo haría lo mismo con su madre. Si
alguno lo hiciera diríamos que es un monstruo. ¿Qué calificativo merecen las
madres abortistas? El que en algunas naciones el aborto no esté penalizado por
la ley, no lo convierte en moral.
Y si se trata de un embarazo por violación? La
situación de una muchacha embarazada por violación es triste, pero esto no
justifica el aborto. ¿Qué culpa tiene el hijo? ¿Por qué se le va a condenar a
muerte a él? Si hay que castigar a alguien, es al violador. No va el hijo a
pagar con su vida la culpa de su padre.
La honra de la madre no justifica el derecho a matar a
su hijo. Si es un hijo no deseado, que lo entregue en adopción, pero matarlo es
un crimen. Eso de que la madre puede disponer de la vida de su hijo es una
monstruosidad. La madre tiene obligación de que su hijo viva, y si es culpable
de su muerte, nadie le quitará ese remordimiento. El aborto puede quedar impune
ante la ley, pero no ante la conciencia; el remordimiento no la dejará dormir
tranquila.
Es curioso; muchos ecologistas son abortistas.
Defienden a las plantitas y a los pajaritos, y no les importa asesinar seres
humanos. Un párroco de La Rioja fue multado por retirar de la torre de su
iglesia unos huevos de cigüeña; pero no se castiga a la madre que mata a su
hijo. Y es como decía monseñor Bira, “el feto humano no es especie protegida”.
¿Es que, el que destruye vidas humanas inocentes en el
seno de su madre, es menos asesino que el terrorista que pone un “coche bomba”?
¿Qué dirían los políticos que defienden el aborto por “angustias” de la madre,
si nos negáramos a pagar tributos exagerados por las “angustias” que esto nos
produce?.
Si se permite quitar la vida de un ser humano
inocente, ¿qué otra cosa más grave se puede a prohibir? Defender el aborto criminal como
un derecho de la mujer, es como defender la libertad del asesino para matar, y
olvidarse del derecho que tiene la víctima a vivir.
¿Qué podemos esperar de
una sociedad que permite asesinar a niños no nacidos, por egoísmo de los
mayores? ¿Qué valores van a respetar los que no respetan el derecho a vivir de
sus hijos inocentes? ¿Qué sentido tiene hablar de derechos humanos y negar el
derecho a vivir a seres inocentes?
Por lo ocurrido con Mainumby -alias que le pusieron a la niña para
preservar su identidad - considero
gran triunfo y verdadero regalo a los niños en su día y a nuestra sufrida patria guaraní.
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