martes, 27 de junio de 2017

TENER LIBERTAD…NO ES...

IGUAL  A  TENER  DERECHO

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La vocación no es una Licencia para Pecar. (Gálatas 5:13) Hay gente que está decididamente a favor del aborto, diciendo que es un "derecho" de las mujeres, y que cada persona puede decidir por sí misma si aborta o no.

Una porción se considera respetuosa de las opiniones de los grupos y personas pro-vida, pero, dicen que estos, también deben respetar las de­cisiones de quienes quieren abortar. Estos son los gastados argumentos más corrien­tes a favor de la occisión (muerte violenta) de inocentes, eufemísticamente denominado: “interrupción del embarazo”.

Pero, ¿qué exactamente entienden por libertad? La verdadera libertad tiene límites y no es "absoluta". Consiste en hacer lo que debo, no lo que quiero. Así las cosas, tengo li­bertad de robar, perjudicar o matar a otros, pero no tengo derecho. La ley natural afirma: "¡No es correcto!"

Tengo libertad, no derecho a suicidarme, con el cuento de creerme “dueño” de mi vida. Ningún mortal es dueño de la vida. El derecho tiene que frenar la voluntad de “hacer lo que quiero” para que nadie abuse de ese magno privilegio, llamado libertad. 

La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el respeto al que éste tiene derecho. (cfr. CIC 1738)

El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa (cfr. DH 2). Este derecho debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del bien común y del orden público (cfr. DH 7).

La libertad es una cosa. El libertinaje es hacer mal uso de la libertad, porque esta tiene sus límites. Libertinaje es hacer lo malo deliberadamente sin restricciones y sin pensar en las consecuencias.

La libertad del hombre es finita y falible. De hecho el hombre erró, porque libremente pecó. Al rechazar el proyecto de Dios, se engañó a sí mismo y se hizo esclavo del pecado. Esta primera alienación engendró una multitud males. La historia de la humanidad, desde sus orígenes, atestigua desgracias y opresiones nacidas del corazón del hombre a consecuencia de un mal uso de la libertad”. (CIC 1739). Mons. Francisco Pérez)

Un caso de entre tantos: “Incidente violento en un ómnibus involucró a un abogado en Ciudad del Este y fue capturado en video, que corrió rápidamente por las redes sociales. El incidente tuvo lugar luego de que el bus rozara el automóvil del abogado, identificado como Arsenio Benítez, quien subió al transporte y atacó al conductor”. (21.06.17)

¿Tenía este profesional del derecho, derecho a comportarse con bravuconada matonil? Un abogado es un profesional del derecho y debe ejercer la profesión de manera limpia. Como cualquier persona decente debe obrar con honestidad, porque todos tenemos el derecho y la libertad de actuar con justicia.
   
“Desde su libertad, el hombre puede inclinarse hacia la culpa, precisamente porque es libre también para hacer el mal. Aunque la voluntad libre decida elegir adentrarse por la mala senda, siempre podrá ella posteriormente, mientras viva, ponerse sobre la pista del bien para vencer al mal”, dice C. Díaz en Corriente arriba p, 145.

Dios nos creó libres para que busquemos aquello que nos acerca a Él, y ser mejores. Para que actuemos por nuestra propia y libre voluntad. Amar es buscar libremente el bien de la persona que amamos, Jesús pidió que nos amemos unos a otros. El que ama se parece más a Dios, pues ya sabemos que “Dios es amor”, (1 Juan 4,8). 

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