¿AÑETETE PIKO
ERE?
“El principio de igualdad ante la ley es el que establece que todos los seres humanos son iguales ante la ley, sin que existan
privilegios ni prerrogativas de sangre o títulos nobiliarios. Es un principio
esencial de la democracia”.
Esta sentencia angelicalmente platónica suena bonita y cándida en los papeles,
artículos y versículos; también hay una doliente realidad que se dice “sotto
voce = mbeguemi”: "Todos
somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla".
A propósito, el Dr. Carlos Díaz dice…
palabras más o menos: “No somos todos iguales ante la ley cuando hay abuso del poder político, económico y policial, desviación
del dinero, confusión entre lo público y lo privado, administrado aquello en
función de intereses particulares, sin que los abusadores sean castigados…
No somos todos iguales ante la ley cuando hay injusticias que claman al cielo porque el derecho
penal cae sobre los pobres, mientras el constitucional engorda a los ricos, que
alardean de su impunidad… sin que los culpables sean castigados
No somos todos iguales ante la ley, cuando el bosque de leyes que, lejos de resolver los problemas
esenciales, lo enmascara; violencia, desprecio de la vida, corrupción, evasión
fiscal, tráfico de rollos, drogas y de influencias, torturas, secuestros, etc”…
No somos todos iguales ante la ley cuando
ministros venden su país, diputados venden su conciencia…hombres influyentes
venden los empleos, las categorías y los privilegios de que disponen, abogados,
procuradores y oficiales judiciales venden a sus clientes, jueces venden
absoluciones y condenas… (cfr. C. Díaz -
El hombre, animal no fijado…p. 87)
Un caso, entre tantos. “El fiscal Marcos
Alcaraz, quien mató a un motociclista en estado de ebriedad, recuperó su
vehículo horas después del siniestro, mientras que el joven que atropelló a una
niña que cruzó imprudentemente la ruta, tuvo de vuelta su automóvil casi un mes
después del accidente” (cfr. Ultimahora.com 19.06.17)
Después de toda una
vida entre togas -primero abogada laboralista y luego juez-, Manuela Carmena
(Madrid, 1944) quien
se jubiló en 2010 dijo entre otras cosas: “En teoría todos
somos iguales ante la ley; en la práctica no”. El
funcionamiento de los tribunales empobrece el derecho a la tutela judicial
efectiva.
En la práctica, y no solo en casos tan
llamativos, hay muchas cosas que hacen que no seamos iguales ante la ley,
fundamentalmente los medios económicos. Comparecer ante la justicia es
extraordinariamente caro. (Por Vera Gutiérrez Calvo – 24.02.13)
Otros casos. * La justicia paraguaya se
arrastra por el piso. De acuerdo a un comparativo de los informes del Foro
Económico Mundial de este año y el anterior, Paraguay está peor ubicado dentro
del ránking que mide la independencia judicial. En tan solo un año, retrocedió,
cinco lugares. (cfr. Abccolor 23 .06.2014. ¿Somos todos iguales ante la ley?)
* En 27 años, 16 jueces fueron imputados
por corrupción y solo uno fue a prisión. Las chicanas y la impunidad son las
constantes de la mayoría de las causas a magistrados acusados de coimas y otros
delitos. La Corte Suprema de Justicia permite dilación e incluso la
prescripción de casos. (Ultimahora.com 02.10.2016)
¿Iguales ante la ley?)
* Enriquecimiento
ilícito, liberación "meteórica" de narcotraficantes y otros
delincuentes comunes, la aplicación del popular "lente hu" para
evitar intervenir en deforestaciones, derrame de resíduos tóxicos en vertientes
hídricas, y un sinfín de delitos, constituyen algunos de los motivos por los
que 350 jueces y fiscales están siendo investigados en el Jurado de
Enjuiciamiento de Magistrados. (Hoy.com 22.10.2013) ¿Iguales ante la ley?)
Hay dos clases de personas: una, la
de los justos que se saben pecadores, y otra, la de los pecadores que se creen justos.
Estos carecen de la excelente brújula de aquellos: la capacidad de sentir vergüenza
y dolor por el mal causado a otros. (189).
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