¿CORTÉS HIPOCRESÍA?
Eufemismo es definido
por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) como: “Manifestación
suave y decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura y mal
sonante”.
Con otras palabras, expresión políticamente aceptable o menos ofensiva
que sustituye a otro lenguaje de mal gusto, que puede ofender o al menos no
agradar al oyente, es decir, es la forma
«elegante» de decir algo que dicho lisa y llanamente sería ofensivo, grosero o
demasiado duro.
De lo dicho es
posible concluir que el eufemismo puede considerar dos interpretaciones: a) es cortesía
(porque favorece la imagen positiva tanto del emisor como del receptor) y, b) es hipocresía porque altera la verdad.
Veamos las dos posturas:
(a) De este modo,
empleamos los eufemismos como mecanismo de cortesía (mi señor esposo por marido,
o mi señora esposa por mi
mujer); para elevar la dignidad de una profesión u oficio (asistente técnico
sanitario en lugar de enfermero; operario de cementerio para enterrador o asistente
ejecutiva para secretaria. Afirma Pedro José Chamizo Domínguez, Catedrático de
Lógica y Filosofía de la Ciencia.
(b) El eufemismo
acepta que está de acuerdo con que no se digan las cosas francamente sino que
se digan falsificando su sentido y significado. Eufemismo es lo mismo que
hipocresía porque consiste en maquillar la realidad de los hechos, para
disfrazar una verdad. ¿Por qué usamos eufemismos? (cfr. Pijamasurf 01.02.012 - (El
diccionario y la Honestidad. Contra el Manual de las Buenas Costumbres y la
Hipocresía)
POR
Así, por ejemplo, aunque hasta hace no
mucho era muy natural (y lingüísticamente correcto) llamar “discapacitados” o
“inválidos” a los ciegos, los lisiados, los impedidos, los paralíticos, los
mancos, los rengos, los tullidos, etc., ahora sobre todo ese universo
lexicográfico pesa un tufillo de insulto, malsonancia o dureza que se pretende
disipar (…)
¿De verdad es ofensivo llamar lisiado a un
lisiado? ¿Es mejor llamarlo “persona con capacidades especiales”? ¿En qué
sentido? Por otro lado, la manía de los eufemismos ha alcanzado extremos menos
bobos y más bien perversos, sobre todo en el ámbito de lo político, donde se ha
vuelto común disfrazar realidades atroces.
Por su parte, Adolfo J. Castañeda (Vida Humana Internacional) dice: El
homosexualismo militante utiliza eufemismos y manipula. La frase "derechos
sexuales" es equivalente a "orientación sexual" en cuanto a que
también es un eufemismo para encubrir el homosexualismo. Otra
palabra engañosa es "homofobia".
Algunos ejemplos de eufemismo al uso: Interrupción
voluntaria del embarazo (abortar) Interrogatorio
intensificado (tortura) Limpieza étnica (genocidio) Expediente de
regulación de empleo (despido masivo) Flexibilizar el mercado de trabajo (abaratar los despidos) Gravamen adicional (subida
del IVA)
Centro de salud
mental (manicomio). Casa de asistencia (asilo) Cese temporal de convivencia (separación matrimonial) Conflicto laboral
severo (huelga general) Contabilidad indebida (desfalco). Daños colaterales (víctimas civiles inocentes)
Y George Orwell, 1903–1950) escritor y periodista británico, en
su célebre ensayo “La política y el lenguaje inglés”, escribió que
en política este tipo de lenguaje sirve “para lograr que las mentiras parezcan
verdaderas y el asesinato respetable”.
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