sábado, 3 de junio de 2017

OBEDIENCIA...

¿A  QUIÉN  Y  CUÁNDO?

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El diccionario define obedecer: Cumplir la voluntad de quien manda o lo que establece una ley o norma. "Obedecer una ley; el perro obedece a su amo”.

Cada uno debe someterse a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad que no venga de Dios. Por tanto, el que se opone a la autoridad, se rebela contra lo ordenado por Dios y tendrá que responder por esa rebeldía. (Rom. 13, 1-2)

Como reforzando la idea, Jesús le dijo a Pilato -quien no era nada santo- lo que sigue: “Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de lo alto” (Jn 19, 11)

 Como Dios hizo al hombre ser social, la obediencia, virtud social, necesaria en todo estado de vida (familiar, civil, religioso), adecua la voluntad del hombre a la de Dios por medio de autoridades legítimas y honestas.

Sin embargo, y no para atentar contra el pasaje bíblico, intentemos responder a ciertas preguntas: ¿Debemos obedecer las órdenes de un tirano? ¿Hay que obedecer al esposo borracho y golpeador? ¿Tengo que cumplir la orden de superior que me ordena mentir, perjudicar  o matar al otro?

Hitler, despiadado mandó asesinar a millones de judíos. Era extremadamente cruel, prepotente y arrogante. ¿Debía Menguele obedecer la orden de “crear” una raza superior, sometiendo a sus víctimas a terribles experimentos en nombre de la ciencia?

La denominada obediencia jerárquica o debida -generalmente- está muy asociada a la comisión de un delito en el cumplimiento de una ordenanza dictada por una autoridad superior. Si el subordinado cumple la orden, podrá ampararse en la “obediencia debida” y el crimen queda impune. ¿Es esa la autoridad que Dios manda obedecer?

Así las cosas, el súbdito nunca debe obedecer un mandato contrario a la Ley de Dios o la ley natural. Por ese motivo está mandado a resistir a toda autoridad humana ante una orden sencillamente descabellada.

Y el sumo sacerdote dijo: Les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre. Pedro y los demás contestaron: Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. (He 5:27-29)

Hay que tener presente que la obediencia nada tiene que ver con ciertos actos de la naturaleza individual, sea para subsistencia corporal o para la generación. Por ejemplo, en el primer caso; la autoridad no puede determinar la medida del hambre que viene fijada por la naturaleza de cada persona.

En el segundo caso, ninguna autoridad puede obligar a alguien a casarse, o a renunciar al matrimonio, ni puede imponer a los esposos que tengan cierta cantidad de hijos, ni arrebatar el legítimo derecho de educarlos a los hijos. (cfr. Diccionario del Cristianismo)

Constitución de la República de Paraguay, 1992. Artículo 138 - DE LA VALIDEZ DEL ORDEN JURIDICO. Se autoriza a los ciudadanos a resistir a dichos usurpadores, por todos los medios a su alcance.

En la hipótesis de que esa persona o grupo de personas, invocando cualquier principio o representación contraria a esta constitución, detenten el poder público, sus actos se declaren nulos y sin ningún valor, no vinculantes y, por lo mismo, el pueblo en ejercicio de su derecho de resistencia a la opresión, queda dispensado de su cumplimiento.

Los estados extranjeros que, por cualquier circunstancia, se relacionen con tales usurpadores no podrán invocar ningún pacto, tratado ni acuerdo suscrito o autorizado por el gobierno usurpador, para exigirlo posteriormente como obligación o compromiso de la República del Paraguay.

¡Obedecer primero a Dios antes que a los hombres!  ¿Es difícil entender?


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