viernes, 2 de junio de 2017

RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA...(RCC)

¡ESCÁNDALO  Y  CONSUELO!

Resultado de imagen para obedecer a Dios
La Renovación Carismática Católica (RCC) tuvo sus orígenes cuando un grupo liderado por William Storey y Ralph Keifer, dos profesores laicos de la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos, decidieron orar y pedir el bautismo en el Espíritu Santo.

En efecto, el fin de semana del 17 al 19 de febrero de 1967, una veintena de estudiantes católicos, fueron de convivencia a la casa de retiros "El Arca y la Paloma". Allí rezaron pidiendo al Espíritu Santo para que transformase sus vidas.

Comenzaron una fiesta de cumpleaños, pero poco después, curiosamente, cada uno por cuenta propia acudía a la capilla y allí no podían dejar de rezar. Unos alababan a Dios en voz alta, otros bailaban gozosos, el resto lloraba de alegría. Algunos cayeron como fulminados ante el Sagrario. Estaban contentos, aunque no lo sabían explicar.

Por influencia de dos jóvenes del Cursillo de Cristiandad, Ralph Martin y Stephen B. Clark, leyeron un libro pentecostal llamado “La Cruz y El Puñal” en donde el pastor David Wilkerson ejerció su ministerio entre jóvenes drogadictos, animándolos a dejar las drogas y violencia pandillera en la que estaban involucrados.

Esta nueva Corriente de Gracia llamó la atención de la Iglesia y los líderes del movimiento fueron recibidos por el Papa Pablo VI en 1975, así como por Juan Pablo II varias veces. Además, distintas conferencias episcopales de varios países, han escrito cartas pastorales animando y apoyando al Movimiento.

La Renovación Católica Carismática no tiene un fundador o grupo de fundadores como muchos otros movimientos. El común denominador de esta  Gracia en movimiento es el “Bautismo en el Espíritu Santo”. Este derramamiento del Espíritu en una forma nueva y poderosa, que transforma vidas. Se inicia -generalmente- con un retiro o seminario denominado “Vida en el Espíritu Santo”. 

En 1969 se celebró un encuentro con 500 representantes de grupos católicos de oración que nacían espontáneamente, sin planificación ni organización centralizada. En 1970 había 200 grupos en EEUU; en 1972 se contaban 12.000 carismáticos católicos en el país. Y en 1973 se hablaba de 1.200 grupos y 200.000 carismáticos.

La chispa saltó de EEUU a Francia y a América Latina. De México y Colombia, a través de un matrimonio misionero laico que llegó a Barcelona en 1973, y enseguida a Madrid, donde había un grupo “contagiado” por americanos de la base de Torrejón de Ardoz.

Sin embargo, muchos sacerdotes y obispos la recibieron con frialdad, desinterés o incluso con hostilidad. Para la jerarquía más interesada en los temas sociales, los carismáticos eran demasiado místicos, desencarnados o conservadores. 

Pero para la jerarquía más conservadora, los carismáticos, con su música, sus maneras exageradas y desinhibidas, además, “todo ese alboroto”, eran demasiado desordenados, impredecibles y hasta “peligrosos”.

Uno de ellos era un el Padre Jorge Mario Bergoglio. Lo explicó así en 2015 en el III retiro mundial de sacerdotes: “Cuando yo comencé a conocer el movimiento carismático, esta corriente de gracia, era curita joven. Y me daba mucha rabia, mucha rabia… me parecía que todos tenían algo mal en la cabeza.

Y una vez en un sermón, hablando del Espíritu Santo, dije que hoy día algunos cristianos convierten el Espíritu Santo en una escola do samba. Pasaron los años y me di cuenta cuán equivocado estaba: una gracia, ¡una gracia!”.

El papa Francisco, en ese encuentro exhortó: “Les pido a todos y cada uno que, como parte de la corriente de gracia de la Renovación Carismática, organicen seminarios de vida en el Espíritu en sus parroquias, seminarios, escuelas, en los barrios, para compartir el bautismo en el Espíritu. En la catequesis para que se produzca, por obra del Espíritu Santo, el encuentro personal con Jesús que nos cambia la vida”.  ¡Qué lección nos da el Papa Francisco!

La Renovación cuenta con un despacho en Roma para facilitar la coordinación entre el Papa y la curia, llamado ICCRS (Servicios Internacionales de Renovación Carismática Católica), aunque millones de carismáticos no saben ni que existe.

Conclusión: Como cristianos estamos sujetos a burlas y calumnias. El enemigo se encarga de usar todo tipo de personas, incluso, ataques de hermanos en la fe para hacernos la guerra y quitarnos la paz. Estos son los quienes más más provocan decepción y dolor, porque no se espera peores insultos y difamaciones de los que se dicen cristianos, y hasta se consideran los mejores.

A pesar de todo, la Renovación está presente en 238 países y ha tocado las vidas de entre 100 y 130 millones de católicos.

El divino Maestro dice que perdonemos y que oremos por quienes nos ultrajan y golpean, aun cuando no es fácil perdonar, y amar  a quienes nos persiguen y buscan dañarnos. Por eso decimos: Jesús, enséñanos a perdonar, así como dijiste en la Cruz: Padre perdónalos, pues no saben lo que hacen. Basta de sectarismos. 

Un mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros…como yo lo he amado”  (Juan 13:34)


No hay comentarios:

Publicar un comentario