sábado, 18 de julio de 2015

PUEDEN MENTIR, PERO…

¡NO   ENGAÑAR!

Vivimos - otra vez - intensos momentos de agresiva contaminación visual, sonora e incoherencia de vida. La mala política partidaria - de este o aquel color- vive sus “mejores momentos” sofistas.

1ª mentira: Polución visual. Mienten, pero no engañan cuando los políticos en rabiosa campaña electoral –como por arte de magia, recursos tecnológicos mediante - se “tunean” aparentando más jóvenes, menos barrigudos, con sonriente dentadura blanca y demás artimañas que usan para vendernos “bondad, patriotismo, felicidad…”

En puertas de alguna elección como ahora, los políticos ensucian aun más nuestras calles realizando pegatinas por murallas, paredes, postes, semáforos, tendiendo pasacalles, gigantografías que poluyen visualmente todo el territorio nacional.

2ª mentira: Polución sonora. En nuestro país, la polución sonora tiene su ley, la 1100/97 (...) En su Art.1ro., esta ley tiene por objeto prevenir la polución sonora en la vía pública, plazas, parques, paseos, salas de espectáculos, centros de reunión, clubes deportivos y sociales y en toda actividad pública y privada que produzca ruidos molestos.

En el Art.11 dice: cualquier persona puede presentar denuncia ante cualquier autoridad municipal o policial en su caso, la que está obligada a intervenir y disponer la prohibición o la reducción de los ruidos molestos. Preguntas: ¿Algún político hizo, hace o tiene como propuesta electoral combatir este delito? ¿No serán ellos mismos parte del delito a combatir?

3ª mentira: Algunos, para no decir muchos, causan pena al considerarse a sí mismos opción diferente  o el cambio que espera la gente, cuando estos canallas no tienen ni un gramo de coherencia de vida: son prepotentes, no respetan al semejante, chupasangre, no se conoce el origen de sus bienes, etc, etc. Entonces, las bellas palabras que pudieran decir, se vuelven cadáveres putrefactos en sus bocas.
Y en el fragor de batallas electoralistas, no faltarán quienes para congraciarse con el elector, babee jactancioso discurso mediante que, con valentía derrotamos a la “triple alianza”, la guerra contra Bolivia y la dictadura de Stroessner etc., pero eludirán mencionar que hay una batalla que nunca ganamos: la de la corrupción e impunidad

Todo lo contrario,  hizo metástasis en el enclenque y deteriorado tejido moral de la nación, comprometiendo eficazmente futuras generaciones. Y muchos de los que hoy nos prometen un Paraguay justo y feliz, son parte activa de este caos establecido.

Editorial de Abc del 10.07.15: “De hecho, sin temor a exagerar, podemos afirmar que estamos siendo gobernados por el vicio, la venalidad, el oportunismo, el hedonismo y otros males que genera el ejercicio de las diversas modalidades del poder político y económico y sus privilegios.

Nuestros políticos están contaminados por el deseo inmoderado e incontrolado de ganancias rápidas y cuantiosas, a cualquier precio y de cualquier forma. No les interesa en lo más mínimo tener en cuenta el origen de sus fortunas; pasan por encima de reglas legales y éticas para alcanzar su cometido; consideran que el objetivo todo lo justifica y que el transcurso del tiempo borra sus pecados e iniquidades”.

Repito, pueden mentir, pero no engañar. Sin embargo, este malhumorado artículo, no está dirigido a sanos político, quienes pretenden manejar con transparencia y honestidad, dinero de gobernaciones, municipalidades, ministerios, hospitales, entre otras instituciones del Estado - al servicio de bien común. 

Alguna vez el pueblo se zafará de políticos con garras y dientes afilados, es decir, de ladrones y antipatriotas. Depende de cada ciudadano honesto.

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