lunes, 13 de julio de 2015

LAS «4 P»… dioses DEL

                                                        <DESCARTE>
En su apoteósica gira pastoral por tres países periféricos de América Latina, el papa Francisco, entre ellos, Paraguay, ha utilizado una y otra vez el vocablo “descarte”. Las «4 pes», aquí aludidas no son las conocidas como factores del marketing mix: Producto, Plaza, Precio y Promoción que conocen los expertos de la mercadotecnia.

Son las terribles “4 pes” del PODER, PLACER, PLATA Y PRESTIGIO, herramientas que mal entendidas y utilizadas, originan una quinta «,  la «p» del  PECADO causante de la exclusión y degradación humana y social. Son estas:

* EL “dios” Poder: el diccionario lo define como (a) Tener la facultad o potencia de hacer algo. (b) Dominio o influencia que uno tiene sobre alguien o algo. "Vivimos en una cultura del descarte porque el “dios poder” está en el centro. El resultado está a la vista (cfr. S. Núñez- Sociedad y Política p.79): “Incapacidad administrativa, moralidad rotosa henchida de ambición, y de codicia, gobierno desatinado y disoluto y un país pobre a la deriva.” ¿Cuántos políticos o no, debemos arrepentirse de este pecado?

* El “dios” placer: Hay que reconocer que el placer es una gran seducción. Negarlo sería tonto. ¿A quién no le atrae el placer? ¿A quién no le gusta pasarlo bien? ¡Hay tantos placeres que nos seducen! ¿A quién no? Los placeres de la vista. Los placeres del paladar. Los placeres genitales. ¿Y es malo el placer? NO, lo es. Es malo cuando se construye la vida y felicidad desde el placer como único sentido de la vida. Cuando todo lo medimos sólo para que yo y mis allegados “lo pasemos” bien. ¿Cuántos políticos y no políticos, debemos arrepentirse de este pecado?

* El “dios” Plata-dinero (pirá piré): Alguien ya lo dijo: Ese "poderoso caballero, don dinero", cupido de la codicia, es tremendamente seductor, y en las jaulas de sus señuelos han ido cayendo los hombres de todos los tiempos. “De un corazón corrupto llega la traición como la de Judas que traiciona a Jesús” (homilía del papa Francisco –06.15).

¿Cuántas autoridades y no autoridades, por mala conducta pública y privada (ladrones, adúlteros, contrabandistas, proxenetas, corruptos,  compradores de conciencia y vendedores de sentencias) no debieran vivir escondidos como topos?. Y ¿Cuántos políticos y no políticos, debemos arrepentirse de este pecado?

* El “dios” Prestigio: un prestigio social ganado como reconocimiento por algún valioso aporte a la comunidad, naturalmente es aceptado con complacencia y gratitud. Pero, la exaltación exagerada del propio “yo”, (ombligocéntrico) parece indicar que esa persona es una especie de monstruo insaciable de halagos y delirios de grandeza, ignorando al mundo que lo rodea.

El egocentrismo, un término que hace referencia a centrarse en el ego (es decir, el yo), es la exagerada exaltación de la propia personalidad. El egocéntrico hace de su personalidad el centro de la atención. El egoísmo es, por lo tanto, lo opuesto al altruismo. ¿Cuántos políticos y no políticos, debemos arrepentirse de este pecado?

Recordemos la invitación del papa Francisco que resuena con fuerza: “No es necesario excluir a nadie, no es necesario que alguien se vaya: basta de de descartes….una lógica que pretende dejar espacio a muy pocos, descartando a todos aquello que “no producen”, que no se los considera aptos o dignos porque aparentemente “no nos dan los números”, porque, NO es lícito, ni aún por razones gravísimas, hacer mal para conseguir el bien.  
 Sólo lograremos descartar la cultura del “descarte” si descartamos a los dioses de las 4P´s. AMÉN.

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