sábado, 26 de julio de 2014

UN PARAGUAY y otro ANTI-PARAGUAY (II)

¿Cuál de ellos preferimos?

Algunas reacciones tomadas por ciertos políticos, como el caso de Blas Llano para corregir el “saqueo legal” (escandalosas remuneraciones en el funcionariado) del desprestigiado Congreso, entre otros atisbos tenidos por medianamente positivos, ciertamente es síntoma de pretensión por acceder a alguna salud cívica.

En la espinosa “cancha” de las moralidades e inmoralidades, vividas o des-vividas por la ya larga y pertinaz sequía de valores y virtudes, cualquier pretensión de explayarse en este campo – sin duda – resulta más que ambicioso, molestoso. Y nada digamos si tomamos en cuenta el título del comentario: Un Paraguay y otro anti-Paraguay.

Un partido de futbol puede derivar en complejos mecanismos de control, como la manipulación, la persuasión, las cortinas de humo, las válvulas de escape e incuso la confrontación por parte de su “majestad” el fútbol, según el doctor en antropología e investigador de la Universidad Iberoamericana, Roger Magazine...

El especialista considera que la manipulación no es tan obvia como para que las personas puedan resistir o quejarse. “Mucha gente dirá: si esto es manipulación, no está mal”. Me gusta ver el fútbol por televisión”. (A mi modo de ver esta adicción-posición corresponde al anti-Paraguay)

Jaime Viaña, psicoanalista y académico de la UNAM señala que el considerable espacio asignado a la sección deportiva en los medios de comunicación cumple con una función ideológica. Se trata de la antigua receta romana: “Al pueblo, pan y circo”. Imposición cultural. El papel de los medios impone patrones culturales.

La “futbolización” del Estado. Para el Estado, el deporte, y el fútbol en especial, juega un papel sumamente importante y múltiple como forma de control de la población. A la masa, la enajena y la “hace feliz” al impedirle ensimismarse en sus problemas reales y tomar conciencia de su situación de explotada, marginada y humillada. Le ahorra la preocupación de buscar una salida a su condición de paria, sostiene el sociólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Arturo Palacios Aguirre.

Por otro lado, el anti-Paraguay se evidencia en titulares de prensa escrita como: “MOSTRARÉ COLA FRENTE AL DIARIO”. ...... “Me voy a colocar enfrente de Multimedia y voy a mostrarle a todos por qué soy la nueva Miss Tanga a toda la gente que esté pasando por ahí”

 “ME SACO LA TANGA” ....“Si yo llego a salir Miss Tanga, ahí en el momento que me ponen la corona ¡me saco la tanga! Ahí mismo, en Face’s y a disfrutar la noche”, es posíble naaaa!!! “LO QUE EL PÚBLICO ME PIDA” ..... “Guauuu, si llego a salir Miss Tanga hago lo que el público me pida, cualquier cosa, hasta posar en tanga en la terraza del Multimedia, no sé”.

La pregunta: ¿Qué aporta a nuestros niños y jóvenes estas bazofias faranduleras en este postrado país? ¿No es este el anti-Paraguay? ¿Por qué no volvemos a reforestar este querido suelo nacional con los valores fundamentales de de nuestra identidad nacional y contrarrestar la ya muy larga colonización de indecentes gustos y disgustos foráneos? 

El fútbol y la enanizada farándula no han logrado borrar el sufrimiento que soporta la mayoría del pueblo paraguayo: Inundación, secuestro, falta de recursos mínimos en hospitales, calles en mal estado, inseguridad y violencia, etc, etc, etc.

Apostemos por un Paraguay de paraguayos gallardos, respetuosos, solidarios y valientes como decimos que así hemos sido en tiempos idos. ¡Desterremos el anti-Paraguay!. 

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