¿Por qué tanto suicidio infanto-juvenil?
¿Qué sabemos de la alegría? Para muchos, está asociada a
los placeres de la vida, disfrutar con la familia, las relaciones sociales, el
deporte, los viajes. Para otros, ausencia de sufrimientos y dificultades, cosa
que es muy difícil encontrar en este mundo.
Algunos pontífices de soluciones mágicas, como también periódicos, publican una y otra vez anuncios de adivinos, videntes, médiums, quienes ofrecen sus servicios para resolver los problemas pequeños o grandes.
En una sociedad en la que los puntos de
referencia son cada vez más confusos, corremos el riesgo de descarriarnos “como
ovejas”, de que cada cual se aparte por su camino, afirma Isaías 53:6. Pero el
Dios de amor no quiere que nos desviemos.
Cada tres días, hay dos suicidios en
Paraguay ¿El origen del problema? Las familias desestructuradas, es sin dudas
una de las causas. El suicidio representa elevado porcentaje de las muertes
registradas por la Policía. Sólo en el mes
pasado, diariamente, había una persona autoeliminada.
Según
la Asociación Paraguaya de Prevención del Suicidio, las víctimas en general son
niños y jóvenes de entre nueve y 29 años de edad."Desde los seis años, el
niño ya tiene noción de la muerte. Si no se hace algo, la edad (de los
suicidas) irá bajando a 8, 7…",
alertó el Dr. Manuel Zavala, presidente de la APPS.
Para el creyente existe una alegría muy diferente;
está relacionada con la fe. El fundamento del gozo cristiano no se ve alterado
por las circunstancias, pues descansa en Dios (Filipenses 1:25). Las alegrías
que el mundo ofrece no son duraderas; sólo el gozo que da la fe en Dios
permanece hasta el futuro eterno.
A pesar de las pruebas, las tristezas y las preocupaciones que encuentren en su camino, los creyentes tienen el privilegio incalculable de poder regocijarse “con gozo inefable y glorioso” (1 Pedro 1:8). Conocen a Jesús, lo tienen en su corazón, incluso sin haberlo visto. El amor de Jesucristo mismo es el que da gozo al creyente.
Recordemos que
Dios, en la Biblia, condena rotundamente estas prácticas, como podemos verlo en
el versículo bíblico. Seamos bien conscientes de que no siempre se trata de una
simple charlatanería, sino que entramos en un mundo real, prohibido por Dios y
además, peligroso.
Otra de las claves para evitar los
suicidios es la recuperación del afecto en la familia, señaló. ¿Quién no se
sentiría bien con un abrazo? El ser humano necesita cariño. Más allá del carácter poco sensible que puedan tener algunos, o que finjan
que nada les conmueve, el hombre es un ser afectivo por naturaleza, y como todo
humano necesita de cariño y afecto, de sus familiares y amigos. ¿Cuándo fue la
última vez que abrazamos a nuestro hijo?
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