¿Me preocuparía más …. por qué cosas?
De llegar ese día, la
gente enloquecería y habría un total desorden. Las personas desesperarían, no
tendrían respeto por nada ni por nadie. Correrían la gente de aquí para allá
sin saber qué hacer, mientras se lamentan protestando y clamando por la
reposición de la energía. ¿Realmente, sería malo, qué tan malo?.
Colapsarían los grandes
centros de poder económico: bancos, casas de cambio, financieras, instituciones
del Estado, hospitales, etc. Los aparatos de tv, celulares y demás elementos
útiles de la tecnociencia, quedarían inservibles. Perderíamos los millones de
“amigos” virtuales, etcétera, etcétera y más etcéteras.
Sin duda la vida sería
muy complicada, sobre todo para los más jóvenes. Los aparatos eléctricos han
ayudado mucho y por ello nos hacen la vida más fácil, si no "hubiera"
luz, creo que ya me habría….... ¡ni quiero pensarlo, no me imagino...! Imaginemos cómo sería sólo una semana sin
celular, sin computadora, sin calefacción o aire acondicionado, sin Tv ni
equipo de sonido…es decir, sin tecnología.
Recurriríamos a las
velas, lampíu y candelabros. Volvería a utilizar bueyes, burros y
caballos como medio de transporte. Viajaríamos a España en barcos veleros y
usaría carbón, hervir agua para el mate y cocinar el ryguasu casero y el
borí, borí.
Habría, por tanto, un
desajuste emocional en la población por tan brusco cambio, además, muchas ventajas
habríamos perdido, fundamentalmente referidas al campo de la salud. (aunque hoy,
miles de personas mueren en los hospitales y fuera de ellos, como si estuviéramos
en la prehistoria).
Es que el ser humano se
ha convertido, ha “evolucionado” hasta el punto de ser, por un lado, dependiente extremo
de la tecnología, y por otra parte, en parásito que sólo atormenta y destruye el
planeta donde vive. La electricidad mantiene los aparatos necesarios para
placer del hombre; las fábricas contaminan más y más el planeta, pero para el terrícola es más importante tener sus ojos, mente, corazón, pies y manos
puestos en un aparato. Por supuesto, no negamos puerilmente que los avances
tecnológicos nos han ayudado de mil maneras.
Pero de quedarnos sin “luz”,
el lado positivo sería, por ejemplo, al amanecer levantarnos y ver la belleza
que aún queda en nuestro mundo, admirando la ociosidad en su máximo esplendor,
podríamos leer un libro y producir gente más culta o, simplemente salir, compartir con el otro y
descubrir algo nuevo.
La juventud y las
nuevas generaciones crecerán sin conocer otras cosas que no sean los aparatos
eléctricos, no quedarían los niños embobados por la Tv, saldrían a jugar al aire
libre, respirarían, aire menos contaminado, serían más creativos, interactuarían
más entre amigos, etc, etc. Realmente recuperaríamos muchas de las habilidades
humanas hoy perdidas - llevadas por la electricidad - como el simple hecho de pensar
y hablar con el semejante.
Seguramente
los primeros días sin electricidad serían un caos, pero no me cabe duda que sabríamos
sobrevivir ya que así se ha vivido muchos siglos. ¡mmm..! No deseo que ocurra… pero
digo nomás.. por si las moscas… Si así fuere, tenemos la opción de alumbrarnos con la Luz de Cristo, Luz que no se apaga y es, GRATIS. ¿Podemos aspirar algo mejor?
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