¿Quién puede
ignorarlo….? Y sin embargo… (I)
Una de las
tantas cosas aducidas por muchos como ya hartamente conocidas, son las reglas
de comportamiento para no fracasar en el matrimonio. Sin embargo, las
estadísticas, aquí y allá, muestran de modo alarmante, la pulverización y dolor
de millones de familias fracasadas.
Este modesto
escribiente forma parte de esa cantidad de gente que dice saber, pero... curiosamente, con más de treinta y seis años de vida matrimonial, ignora muchas
veces, cómo “hacer vida” eso que dice “saber”.
El psicólogo
Bernabé Tierno en la revista EL SEMANAL escribió un artículo titulado: Cómo
matar el amor. (cfr. Para Salvarte – Jorge Loring, p. 671)
- Cada día eche en cara a su pareja todos sus fallos.
- Muéstrese habitualmente malhumorado aunque no
tenga motivo.
- No pierda la
ocasión de provocar una tormenta aunque el motivo sea nimio.
- No reconozca nunca a su pareja mérito o cualidad alguna. No le alabe nunca.
- No se muestre satisfecho de los detalles que tenga con usted. Todo es poco.
- No reconozca nunca a su pareja mérito o cualidad alguna. No le alabe nunca.
- No se muestre satisfecho de los detalles que tenga con usted. Todo es poco.
- No se le
ocurra nunca mirar las cosas desde el punto de vista del otro.
- Flirtee con otra persona para provocarle celos.
- Flirtee con otra persona para provocarle celos.
Hacer
lo contrario de todo esto, es precisamente el decálogo propuesto:
1.- Antes que la profesión, incluso antes que
los propios hijos - y precisamente por el bien de ellos - está el amor de
esposos, quienes deben reservarse un buen tiempo.
2.- Paternidad responsable. Significa recibir los hijos y no abandonarlos.
2.- Paternidad responsable. Significa recibir los hijos y no abandonarlos.
3.- Que el hogar esté siempre abierto para familiares
y amigos.
4.- Que en el hogar haya siempre un sitio de honor
- como en el corazón- para los padres que les dieron la vida, sin que por ello,
rivalicen los esposos.
5.- Respetarse mutuamente la individualidad y el
campo de acción.
6.- Ser con los
hijos enérgico en lo esencial – valores – y, flexibles en lo accidental.
7.- No dramatizar las nimiedades. Simplificar - en lo posible - las cosas trágicas.
7.- No dramatizar las nimiedades. Simplificar - en lo posible - las cosas trágicas.
8.- La belleza, el buen gusto y el orden deben ser
algo característico del hogar.
9.- Que una sencilla
pero auténtica relación con Dios constituya el “norte” del hogar.
10.- Aceptar las limitaciones del momento. Como dice Quoist: «Si no podéis construir el castillo soñado, construid una cabaña. Pero no seréis felices en vuestra cabaña mientras sigáis soñando con el castillo». (Para Salvarte, p 671).
10.- Aceptar las limitaciones del momento. Como dice Quoist: «Si no podéis construir el castillo soñado, construid una cabaña. Pero no seréis felices en vuestra cabaña mientras sigáis soñando con el castillo». (Para Salvarte, p 671).
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