Sus trampas y mentiras
La
trampa principal es hacernos
creer que hombres y mujeres no nos diferenciamos prácticamente en nada y que
los roles sexuales son intercambiables. Hay una serie de manipulaciones de la
biología y de lenguaje. En general, esta Ideología del Género no beneficia a
nadie y perjudica particularmente a la mujer.
Las “feministas del género” sostienen que todos nacemos sexualmente
neutros y que en el transcurso de los primeros años, de acuerdo a como
nos críen y de acuerdo a las experiencias, vamos definiéndonos como varón o
como mujer.
Niegan la naturaleza de las cosas. Piensan
que las diferencias entre el varón y la mujer son solamente el fruto de la cultura
y por lo tanto pueden ser reemplazadas por opciones. Hablan entonces, de las
opciones sexuales. Según la Ideología del Género cada uno puede decidir si
quiere pertenecer a un género o a otro, sin tomar la cuenta para nada el dato
biológico.
El sexo es una categoría biológica.
Según ésta, los seres humanos pueden ser clasificados como hembras y machos. El
género es una construcción socio-cultural que define diferentes características
emocionales, intelectuales y de comportamiento entre las personas por el hecho
de ser hembras o machos”. (Beatriz Fainhole).
Esta forma de entender el sexo y la
identidad tienen dos grandes consecuencias: una sobre la forma de ser y actuar de la mujer en sí misma; y otra, que abre la puerta a lo que
comenzaremos a llamar el contrabando del género.
Modificación
en la Forma de Ser y Actuar de la Mujer. Ya vimos que según la Ideología
del Género, la identidad la construye cada persona, más allá del sexo con que
haya nacido. “Pero esta construcción, según la ideología de género no es hecha
por cada individuo aislado. En el proceso interviene la cultura, la sociedad”.
Esta premisa falsa ha llevado a la Ideología del Género a afirmar que a la mujer siempre
corresponde la peor parte en la conformación de su identidad por culpa del
varón.
De allí que para la Ideología del Género será importante que la mujer rivalice con
el varón y lo venza para cambiar el estado de las cosas.
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