Sus trampas y mentiras
El primer paso de esta ideología fue cambiar los conceptos de sexo masculino
y sexo femenino que la humanidad ha utilizado desde siempre, por el de género.
Al principio parecía simplemente una manera diferente y elegante de decir lo
mismo. Incluso, hoy día, mucha gente sigue pensando que género es otra forma de decir masculino
y femenino, sin mayor peligrosidad.
Pero pronto se vio que las intenciones eran otras. La primera gran batalla por
querer imponer “el género” ocurrió durante la 4ª Conferencia Internacional sobre
la Mujer celebrada en Pekín, 1995.
Muchas de las discusiones que se
vivieron en Pekín y que luego se fueron repitiendo en otros foros
internacionales evidencian que detrás de este término “género”, hay deseo de
grupos con mucho poder, de manipular la cultura y la forma de pensar del mundo.
A nivel internacional, por ejemplo hubo
dura batalla, porque si bien la conferencia de Pekin fue convocada por y para
la mujer, desde los primeros momentos empezaron a decir que el término “mujer”,
debería ser sustituido por la palabra “género”. Entonces se vieron en
dificultades para explicar lo que es el “género”.
Hubo muchos problemas, inclusive se
llevó a sustentar que ya era tiempo que las feministas reclamaran acerca de la
supuesta heterosexualidad obligatoria que se había impuesto a la mujer. Porque
según ellas, todos éramos sexualmente polimorfos. Por supuesto,
inmediatamente hubo reacciones de diferentes grupos, ante tamaña aseveración.
Para concretar su manipulación la
Ideología del Género parte de una mentira. La
mentira consiste en afirmar que la biología no tiene nada que ver con la
identidad sexual. Según estos ideólogos, una cosa son los atributos físicos
de lo que suelen llamar sexo, y otra muy diferente, es la identidad final de la
persona que ellos llaman “género”.
“El sentido del término género ha
revolucionado, diferenciándose de la palabra sexo para expresar la realidad de
que la situación y los papeles de la mujer y del hombre son construcciones sociales
sujetas a cambio.” Bella Abzug. President of Womens Enwironment and Developent
Organization (WEDO)
Así, según la ideología del género, desde
el punto de vista de sexo, seríamos machos o hembras, pero por medio del
“género” definimos nuestra identidad -por el “género”- nos convertiríamos en
varones o mujeres, o en lo que nosotros queramos ser.
Para la Ideología del Género en este
proceso, el dato biológico no tiene nada que ver con la conformación final de
nuestra identidad, es decir, nada importa el sexo con que hayamos nacido, ¡sino
lo que quiero ser!
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