¡Difícil... pero posible!
Tomado del libro "Esta es nuestra Fe" de Luis González-Carvajal. La libertad podríamos considerar como
una forma de vida en la que un hombre sea hermano para su semejante porque
reconoce a Dios como Papá, a Jesucristo como hermano y al Espíritu Santo como
templo. Libre en todas las circunstancias de la vida:
- Libre
frente al dinero. Es posible vivir sin afanarse sólo para acumular y tener
más. El exagerado deseo de poseer es un mal negocio, pues el codicioso nunca se
contenta.
- Libre
frente a la sed de honores y poder. Ciertamente el hombre necesita de
estima y estímulos, afirma Maslow. Pero vivir “hambrientos” de gloria, aplausos
y constantes reconocimientos, es falta de autoestima. No somos mono de circo
con ropa, que espera palmaditas en la
espalda y nada más. Somos personas racionales, deberíamos disfrutar de los
aplausos, aunque sin creer mucho en ellos.
- Libre
frente a cualquier signo político o religioso. La religión y los partidos
políticos son herramientas para mejorar la sociedad. El primero, forma y
transforma a la persona, el segundo, busca el bien común. Ambos buscan - o
debieran buscar - un mundo mejor; pero un mundo mejor sólo se logrará con
¡mejores hombres!.
- Libre
frente a los poderosos. Alguien con mucho poder no significa que sea el gerente general del universo y dueño absoluto de todo y de todos. El
que actúa con rectitud y honradez, no teme a nadie. Solo teme quien debe,
afirma el famoso adagio: “El que nada debe, nada teme; el que mal anda, mal
acaba” (Proverbios 10, 9)
-
Libre frente a lazos familiares.
Los hijos deben obedecer a los padres. Los cónyuges se deben fidelidad. Los
padres han de ser providentes, etc. Estos lazos familiares no pueden
válidamente ser utilizados para perjudicar. Los hijos no tienen obligación de
obedecer a sus padres si éstos los mandan prostituirse. La pareja matrimonial
es libre de presiones de la parentela. La intromisión agresiva de algún
familiar ha sido – y sigue siendo - causa de padecimientos y rotura de muchos
matrimonios.
Dice San Crisóstomo: “No hay nada que de
tanta libertad de palabra, nada que tanto ánimo infunda en los peligros, nada
que haga de los hombres tan fuertes como el no llevar nada pegado a sí mismo
(....) Ese podrá hacer más bien a la Iglesia que todos los opulentos y
poderosos; más que los mismos que imperan sobre todo” (Luis González- Carvajal-
Esta es nuestra fe. P. 53).
No es tarea fácil ser libre. Pero es muy
posible. Una actitud que produce intensa libertad es el autodominio y
disciplina, sumado a la libertad de escoger lo que es justo por encima de lo
apremiante significa poseer una existencia esclarecida, pues se vive, no solo con
conciencia tranquila, sino con conciencia limpia. Muchas personas gozan de independencia para hacer lo que quieren, pero son esclavas de sus impulsos.
Luego no son libres.
Podemos.. si queremos. Cuando la
ciencia, los honores, el dinero, el poder y demás “dioses” no logran hacernos
felices, nos resta aliarnos con Aquel que no se puede contener en el universo
por su poder y gloria: el Señor Jesús, Rey de reyes y Señor de señores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario