sábado, 20 de diciembre de 2014

NAVIDAD 2014


¿GROSERA OPULENCIA  O  NAVIDAD CRISTIANA?    (I)

Cada año, aquí y allá se festeja la Navidad. Todos festejan la Navidad: cristianos y no cristianos, creyentes y ateos, ricos y pobres, senadores y diputados, elementos del poder judicial y ejecutivo, todos. Pero ¿cuántos conocen su real significado?.


¿Qué hemos hecho de esta sublime fiesta cristiana? La hemos desfigurado. Cuando se acerca 24 de Diciembre lo que hay es una agitación enfermiza en torno a las cosas materiales: que los regalos, que los adornos, que armar el nacimiento, que juntar las cosas para hacer una ancha fiesta en la "Noche Buena”.

O sea,…comida... cerveza...reguetón… karaoke y demás vyroreí. Todo para poder decir: “¡ah!, qué bien estuvo la navidad.” O lamentarse: “con “Navidad sin ti”…ya no es como antes…. Aunque con abundante alcohol… Así, hasta los que no creen en Dios y los indiferentes celebran la Navidad. Pero... ¿Qué es lo que celebran si durante todo el año se pasaron jodiendo la vida de los demás?

Harta cantidad de personas no lo saben. ¿Cómo pueden saberlo si lo único que les importa es participar de la loca carrera del quien tiene más, y casi siempre sin importar los medios para conseguirlos?

¿Cómo pueden festejar el cumpleaños del Niño-Dios planilleros, amantes, compadres, compinches, parientes y demás “letraditos” quienes por meter la mano en los fondos del erario público, han hecho del Paraguay una patria enclenque, paria y sidosa?

En Estados Unidos se refieren a la Navidad con el término Christmas, cuyo significado es misa (mass) de Cristo. Sin embargo, ahora existe una tendencia fuerte para no decir “Christmas” sino “Happy Holidays” que significa: felices fiestas. ¿Por qué? Porque argumentan que como muchos no son cristianos y no les importa celebrar el nacimiento de Jesús, ¿para qué saludarse con un nombre que hace mención a Cristo?.

En Paraguay también, muchos “cristianos sociológicos o nominales” celebran con algarabía la Navidad, motivo para ostentar casa principesca, flota de caros rodados, abundante comida y bebidas, ruidos molestosos y explosión de petardos, exiliando a Jesús de la celebración.

Como bien dijo aquel colega, “la navidad la ha inventado los shopping” para que esta maravillosa fiesta cristiana, se convierta en derroche de dinero, porque lo realmente importante es comprar y ostentar, no parar de comprar… para tener.

En las circunstancia señaladas, la fiesta navideña es una gran farsa, porque aunque el real motivo es celebrar la presencia del Salvador, éste ha sido olímpicamente ignorado - igual que Lázaro – por los epulones  posmodernos. (Lc. 16, 19-31). ¿Y Jesús chera á?. .podría tímidamente preguntar alguien... y algún cachiaí podría responder...  ja jekána chuguiolúo....


Celebrar Navidad sin Jesús, es tan incongruente como escribir sin palabras, cantar sin melodía, pintar sin trazos... es sentarse a la mesa en un banquete de platos vacíos... No celebremos esta Navidad sin Jesús en nuestras vidas...recordemos sus palabras "Yo estoy a la puerta y llamo, si oyes mi voz y me abres, entraré y cenaré contigo..." Ap. 3:20

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