miércoles, 10 de diciembre de 2014

EVANGELIZAR OJOS, DEDOS, MENTE…

 ¡Y  TAMBIÉN… INTERNET,  ES  DECIR… EL  FOMO!


Dicen los que saben que, el FOMO o Fear of Missing Out es un término que significa el miedo a quedar afuera o perderse de algo. Este miedo a la exclusión social existe desde siempre, pero gracias a la cultura móvil y las redes sociales, esta sensación se exacerba al 100%, ya que podemos estar 24 hs viendo lo que todos nuestros amigos están haciendo.

Las enfermedades del siglo XXI. El miedo a perderse algo de lo que ocurre en las redes sociales ya tiene nombre: ‘FOMO’ Este es uno de los nuevos trastornos que últimamente preocupa a los psicólogos. Es el miedo a estar desconectado y sentir que se está perdiendo algo, lo que genera ansiedad, por ejemplo, al olvidarse el móvil en casa. Chequear Facebook cada cierto tiempo o no poder salir de vacaciones sin asegurarse que el lugar tendrá wifi son algunos de los síntomas

El problema es que este mal moderno genera síntomas reales tales como: ansiedad, depresión, estrés, insomnio, y muchos otros síntomas que ya tomamos como parte de nuestro estilo de vida. Y un dato curioso es que los hombres sufren más de FOMO que las mujeres, tal vez por la mayor presión de aceptación social y de status quo que les regaló esta sociedad.

Ya se ha dicho una y mil veces que el uso excesivo del móvil puede llegar a ser enfermizo y el estar conectado a internet todo el día es uno de los síntomas de estas nuevas obsesiones. 'Phubbing' es el trastorno asociado a la utilización enfermiza del móvil al nivel de prestar más atención al aparato que a las personas que están alrededor

Una curiosidad que vivimos a diario, afirma aquel profesor: ¿Cuántos sienten terrible ansiedad al olvidar el móvil en casa o creer que este suena o vibra cuando en realidad no es así, son algunos de los síntomas de las nuevas patologías asociadas a las redes sociales que aquejan a niños, jóvenes e incluso adultos.
  
No es extraño caminar por la calle y darnos cuenta de cómo las personas se olvidan de lo que ocurre a su alrededor mientras están concentrados en sus teléfonos móviles. Choques con personas, atropellos, faltas de atención y tropiezos son algunas de las consecuencias más comunes”, señala la psicóloga Amaya Terrón, según publica el portal Infosalus.

Y así las cosas, noticias como la que sigue, ya no asombran: “Chofer que iba “chateando” atropella y mata a una niña. Samuel Sosa Trinidad, de 26 años, niega haber ido chateando en el momento del accidente” Una niña de apenas un año y dos meses, murió atropellada en Ñemby por un colectivo cuyo conductor iba chateando, según refirió la única testigo del hecho. ​El trágico suceso ocurrió esta mañana alrededor de las 08:30 horas en el barrio Pa’i Ñu, de Ñemby.

Pero los accidentes no son las únicas consecuencias de estar conectado al móvil y las redes sociales. En los últimos meses los médicos han encendido una voz de alarma respecto del uso excesivo de estos aparatos y sus consecuencias: aislamiento social, adicciones u obsesiones, es decir: “ombo tarovaité la celular ñande angiru kuerape”. ¿Qué podemos hacer para dejar de perseguir al nuevo "grial" tecnológico, que tanto estupidiza al homo vyrus?

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