DEL
CRISTIANISMO SOCIOLÓGICO, AL CRISTIANISMO REAL
Comienza el Evangelio de Jesucristo,
Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: "Yo envío mi mensajero
delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparad
el camino del Señor, allanad sus senderos”; Juan bautizaba en el desierto; predicaba
que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados.
Acudía la gente de Judea y de Jerusalén,
confesaba sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de
piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de
saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que
puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os
he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo."
"Allanad los senderos del Señor" (Mc. 1, 1-8)
"Allanad los senderos del Señor",
significa, entre otras cosas:
a) Que el impenitente adúltero acabe con la
hipocresía de “venderse” como impoluto cristiano en algún acto litúrgico…
b) Que el pícaro letradito-estafador acabe con la
exhibición de falso fiel religioso, como padrino de Bautismo o Confirmación.
c) Que los viciosos y ladrones políticos y funcionarios públicos –
llamándose cristianos- con la mano sobre el pecho prometen teatral y
ponciopilatianamente combatir la inmoralidad y la injusticia, piensen con
alguna lucidez que, la vida no es eterna y además, tendrán que rendir cuentas
ante Aquel Juez que no acepta coimas, ni chicanas putrefactas con olor a sangre
y sufrimiento de tantos inocentes.
d) Que el gran equipo de bandas gubernamentales corruptas
conformadas por asesores, amantes, compinches, compadres y demás lacras
conocidas o no, así como sus generadores – en fin, que todos los malos - sean
positivamente infectados con el “virus” de Zaqueo, quien viendo y obedeciendo a Jesús, se
arrepintió, devolviendo a sus víctimas todo lo robado, incluso, hasta cuatro
veces más. Porque, La misericordia de Dios es siempre mayor a las montañas de crímenes
que el hombre comete o pueda cometer.
Finalmente, también
quienes nos creemos buenitos, con sinceridad debiéramos realizar una auditoría
moral de nuestros valores… seguro e ncontraremos muchos escombros que remover.
A partir de aquí, puede servirnos las
enseñanzas de san Josemaría Escrivá, quien incansablemente ha sugerido adoptar el espíritu de mejora constante, de intentar esforzarse por mejorar cada día,
de no conformarse con lo que hemos hecho hasta ahora, de preocuparse más y más
por Dios y por los demás. Es decir, no estamos condenados a ser siempre la maloliente basura que, libre y conductualmente hemos optado ser. Podemos cambiar... La decisión última siempre es nuestra.
¡Podemos
ser mejor…. si queremos!. ¿Por qué no pedir ayuda a la Virgencita de Caacupé, si
afirmamos que tantos milagros ya concedió. a quién con fe ha solicitado su ayuda?
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