jueves, 20 de marzo de 2014

NARCISISMO

Culto al “YO

El Dr. Carlos Díaz - por mí muy apreciado - en su libro ¿Es grande ser joven? ediciones Encuentro – año 1980, p. 177 y 178, dejando la palabra al sociólogo Armando de Miguel,  entre otras cosas, dice:

“El narciso vive bien en la relativa opulencia y en la relativa irresponsabilidad que ha supuesto hasta ahora, en la mayoría de los casos, al estatus de estudiante universitario. Su angustia comienza cuando tiene que trabajar y no encuentra empleo….

El narciso es brillante, hedonista y fantasioso; anhela la continua autosatisfacción; impones su propia visión del mundo; es manipulador y promiscuo en sus relaciones de amistad; busca llenar con continuas experiencias su vacío interior; se le hace difícil amar y anhela ser amado.

Su sistema de valores es oscilante; carece de sentido de culpa; depende continuamente de la aprobación de los demás; muestra un gran encanto personal; sabe manipular a los demás sin  establecer lazos afectivos sólidos; tiene el don del exhibicionismo en sus atuendos y sus maneras (…..)

Según Lasch, el tipo narcisista prolifera en las condiciones actuales en la que los padres no sólo no reprimen la conducta de los jovencitos, sino que los imitan y tratan de ponerse a su altura. Los jóvenes educados en esa atmósfera permisiva se acostumbran a ser el centro de la familia, a dirigir, incuso a los padres (….) Una forma de llenar ese extraño vacío puede ser la búsqueda del padre sustitutivo, el gurú, el ídolo musical, el profesor.

Hoy, a 35 años de distancia de lo antementado, ¿qué ha cambiado?. Es importante que los adultos prediquemos con el ejemplo, más que con palabras. Se ha señalado que la televisión y la computadora son una poderosas “maestras” narcisistas y que oponerse a ellas es retrógrado. Es así que no se critica a la televisión y a la computadora en sí mismas, sino al mal uso que se hace.

Básicamente se trata de no considerarla más como un medio inofensivo de entretenimiento, de controlar muy específicamente cuanto tiempo ve el niño TV, y sobre todo a adecuar lo que ve el niño a su nivel madurativo. Al respecto, debe evitarse el usar el televisor como una especie de baby-sitter (niñera) electrónica.
Es posible. Sí lo es. Hace falta un poco de voluntad y coraje.


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