martes, 25 de marzo de 2014

AUTOCONCIENCIA



¿Qué es?

No suele ser fácil abordar en aula, uno de los elementos constitutivos o rasgos más característicos de la persona, como es la Autoconciencia.

La ciencia – afirma José Ramón  Ayllón en “Desfile de Modelos” p. 16 al 18 – nos dice que en el mundo solo existen partículas físicas carentes de conciencia y de intención. Pero los hombres formamos parte de ese mundo, y a la vez, somos seres conscientes y libres.
El más importante rasgo de nuestra constitución es la:

-Autoconciencia. Que no es sino un conocimiento  reflejo, una capacidad que el hombre tiene de conocerse a sí mismo. Él sabe que él es él. Es agente y autora de sus actos. No solamente sabe, sino además, Sabe que sabe.

- Intencionalidad. Es la capacidad que posee el hombre de “salir de sí mismo” y dirigir su intelecto y su voluntad hacia otros objetos, exteriores a él. ¿Puede solo el cuerpo físico desarrollar esta capacidad?

- Subjetividad de los estados mentales. Yo puedo pensar, creer o negar algo que para mí es real o no, verdad o no. Puedo pensar sin que nadie sepa que pienso y, mucho menos qué pienso. Tampoco, el otro puede saber, qué siento. La subjetividad se presentar como un acto vedado para el conocimiento científico (cfr. P.18)

- Causalidad mental. Nuestro pensamiento incide sobre la realidad física: cuando decido estirar el brazo y acercar la silla, brazo y silla responden a mi deseo (…). Aunque la fuerza de gravedad nos ata a la tierra, la inteligencia nos desata constantemente.

B. Pascal lo explica de esta manera: Apenas conocemos lo que es un cuerpo vivo; menos aún lo que es espíritu; y no tenemos la menor idea de cómo pueden unirse ambas incógnitas formando un solo ser, aunque eso somos los hombres.

El hombre y el mono tienen una diferencia genética mínima: no llega al 2%. En cambio, la diferencia existencia es un abismo. Salvar esa diferencia representaba mucho más que bajar del árbol. El salto no era de la rama al suelo, sino, a la conquista del mundo. Fue tarea de la inteligencia. Así culmina parte de la excelente enseñanza de Ayllón.

Entonces, me asaltan estas preguntas: Por qué en esta era de pujante tecnología y progreso, el hombre todavía vive por debajo de su existencia?. ¿Por qué el pobre hombre posmoderno - en miles de circunstancias – no es diferente de un mono con pantalones…recién bajado del árbol?

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