¿Estúpida Arrogancia?
El “buenismo”, patología llevada a cabo
a tambor batiente, es una innegable realidad que se evidencia con fuerza sobre
todo, en el decir del hombre
tecnita/ciberantropo, cuando se estima mejor y superior a otros. Al punto, y
como contrapeso de tan errónea concepción, el evangelio de San Lucas, 18, 9-14
podría ser de gran provecho:
“A algunos que se tenían por justos y despreciaban a los
demás les dijo esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno
fariseo, otro publicano. El
fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: '¡Oh Dios! Te doy gracias
porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco
como este publicano. Ayuno dos
veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias.'
En cambio el publicano,
manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que
se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy
pecador!' Os digo que éste bajó a
su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce será humillado; y
el que se humille será ensalzado.»
El desprecio del que se cree
mejor, que otros, es una constante y puede recaer en cualquier otro que tuviera
la “desgracia” de encontrarse bajo su mirada: empleado, vecino, colega de trabajo,
de estudios, etc.
El “buenito” hace alarde del
cumplimiento de ciertas normas de convivencia humana y lo hace saber a voz en cuello.
Se pavonea por ser “diferente”, (por poseer – quien sabe cómo – dinero, título académico, corbata, status…)
Además reza… en posición arrogante,
erguida, desafiante. (Como diciendo: ¡Che
aimé ko`ápe hina!). ¿Será agradable a Dios esta actitud? ¿Necesita Dios ser enfrentado por tanta soberbia
de una liliputiense criatura?
“Yo quiero amor a Dios y no sacrificios,
conocimiento de Dios más que holocaustos”, nos recuerda el profeta Oseas
1-6.
En esta Cuaresma, deseo redimirme
del menor de mis tantos pecados, el de ombligocentrista: “Que mi opinión particular, no pretenda
imponer como derecho de erigirse como la única y la mejor de todos” Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario