viernes, 30 de agosto de 2013

UN BUEN LIBRO ES…..

                                               El mejor amigo de quien busca sabiduría

Sabido es que la lectura es uno de los procesos cognitivos más complejos que lleva a cabo el homo sapiens, porque aprender a leer es ardua tarea, sobre todo, en una fauna carente de cultura lectora, como la nuestra. Por ello alguien dijo alguna vez: sostener un libro en la mano es signo de inteligencia; leer y entender, ya simplemente resulta una gran hazaña.

Esta “eutanasia lectora” se evidencia dolorosamente en la siguiente tragedia: ¡De cada veinte alumnos a punto de culminar sus estudios universitarios, sólo tres, han manifestado haber leído un libro, desde su inicio hasta el final!. Naturalmente, es menester cultivar el hábito de la lectura.

Leer es hábito, y hábito bueno, es virtud. Y el hábito se logra con la repetición de actos. Así las cosas, si invertimos media hora diariamente en nutrir nuestra mente con buena lectura (no cualquier lectura), habremos, a mediano plazo, aportar calidad a nuestros conocimientos.

En una oportunidad oí decir al escritor compatriota Carlos Villagra M. que, al menos tres beneficios nos brinda la lectura de un buen libro: 1) Deleita, porque el lector entra en comunión con las ideas del escritor. “Conversa” mentalmente con él... manifiesta su acuerdo o desacuerdo.

2) Enseña al lector nuevos vocabularios, enriquece sus ideas, por consiguiente, proyecta su visión hacia objetivos superiores. Si algo se aprende, ya habrá dado pasos importantes.

3) Transforma, si rechaza, abandonará la lectura. Pero si lo saborea y además lo instruye, naturalmente, los conocimientos adquiridos serán útiles en su vida persona y luego, en sus relaciones interpersonales.

Se concluye, en consecuencia, que el hombre de buena lectura difícilmente caerá en los extremos del escepticismo, relativismo o del fanatismo. Una persona que lee, tiene y mantiene ideas esclarecidas, y nunca permitirá contaminar su mente con un solo pensamiento negativo.

La peor miseria es la ignorancia. Conocemos personas que no han ido a la escuela y sin embargo, poseen amplios conocimientos declarativos, esto es, vasta información teórica. ¿Como?..han adquirido sus conocimientos mediante la lectura de buenos libros.

Conocer, por tanto, es cuestión de voluntad y nada más. Excusa para no leer es señalar motivos económicos. Las bibliotecas municipales y las de escuelas superiores brindan estas posibilidades sin ningún costo.


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