¡COSTARÁ 12 EUROS!
En agosto de
2013, leímos en la página web lo relatado por Bay Ismoyo:
"Una
utilización inconveniente de los baños públicos será sancionada con una multa
de 100 yuanes (12 euros) por las autoridades" a partir del mes que viene,
indicó a la AFP un funcionario de la ciudad.
El proyecto de
ley municipal no precisa a partir de qué cantidad de orina vertida fuera de la
taza el usuario se expone a una multa ni cómo se constatará la infracción. Los
internautas chinos no tardaron en burlarse de este anuncio.
"Se crearán
muchos nuevos puestos en la función pública. Habrá un vigilante detrás de cada
persona que orine para verificar si apunta bien", escribió un usuario de
Weibo…”.
¡Qué buena idea
sería intentar esta experiencia en nuestra fauna guaraní! habida cuenta que hartan
quejas sobre el funcionariado público: “que no trabajan, son mbareté, que son
coimeros, que maltratan a la gente, que son corruptos, planilleros, etc".
Porque todo el mundo
se lanza contra esa desprestigiada "carga" pública. (Dígase, sin
embargo, hay también decentes y honestos funcionarios públicos).
Curiosamente, la
profesión (empleado público) repudiada y atacada, es a la vez, la más deseada. ¿Quién
rechazaría por ejemplo, convertirse en empleado de alguna binacional, aduanas o
de cualquier otro ente estatal?
Así las cosas,
nuestro país –de buenas relaciones y mutua cooperación con el gigante asiático-, podría enviar gran dotación de servidores
públicos a participar de cursos rápidos para “inspectores de puntería”.
En “disciplinas
urinarias”, las destrezas del homo sapiens guaraní con “meada parabólica”, podría
brindar subida cátedra: la de orinar en cualquier lugar y a cualquier hora, en
la calle, en la plaza, al costado de alguna muralla, etc….sin importar puntería
alguna.
El lucro para
nuestros “comisionados” en tal curso sería por partida triple: tantos funcionarios
públicos sin ningún tipo de tareas, se sentirán orgullosos de participar en algún
evento internacional como el señalado, se aburrirán menos y cobrarán su sueldo sin
remordimiento de conciencia. (Aunque…la palabra remordimiento…parece haber
desaparecido de la conciencia)
Y así, al
término de doce horas de capacitación sobre “Puntería al orinar”,
regresarán satisfechos por lo aprendido… y a la vez, "enseñado"-parte de nuestro"ethos" guaraní que: “nuestras costumbres no tienen
nada que se parezcan a otra nación”.
Conclusión: con el bagaje de nuevos conocimientos adquiridos, ya
no orinarían en cualquier lugar, ni fuera de los vasos sanitarios de la institución
donde dicen trabajar. Luego, los baños despedirían aromas menos tóxicos, habida
cuenta que han regresado al país con el novedoso, honroso y moderno certificado para el currículo:
“Experto en Puntería al orinar”. Señores, aunque parezca jocoso…¡no es dato menor!.
“Experto en Puntería al orinar”. Señores, aunque parezca jocoso…¡no es dato menor!.
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