¡Donde abundan los imbéciles!
¿Cuántos imbéciles conoces? ¿Nunca quisiste demostrarles lo estúpidos que son? Eso pasa, pero es difícil tratar con ellos sin perder la calma. Además, esa gente tiene un don: “lograr que, probando con sólidas razones su estupidez, te conviertas, en uno de ellos”.