¡Donde abundan los imbéciles!
¿Cuántos imbéciles conoces? ¿Nunca quisiste demostrarles lo estúpidos que son? Eso pasa, pero es difícil tratar con ellos sin perder la calma. Además, esa gente tiene un don: “lograr que, probando con sólidas razones su estupidez, te conviertas, en uno de ellos”.
Bernard Shaw dejó escrito un consejo para estos casos: “Nunca luches con un cerdo. Te llenarás de barro y se reirá de ti”. Algo así pasa en la vida “ñande rekovépe”. ¿Qué hacer si en medio de una pelea interviene un tercero y dice que ambas partes están equivocadas?
Estos líos se ven diariamente en la tele, en el debate político, en la
calle, en la casa. Todo el mundo tiene razón, aunque no lo tenga. Siempre
habrá gente que afirme ¡tengo razón!.
El mundo está lleno
de idiotas con quienes convivimos. ¿Cómo evitar que nos rompan….? Oigamos a Mark Twain: “Nunca
discutas con un ignorante, te hará descender a su nivel y ahí te vencerá
por experiencia”.
Luego, discutir con un imbécil, es inútil… ¿Por qué? Porque soluciones siempre hay, y muy buenas. El dilema es que, el idiota ni va a escuchar y mucho menos, las va a aplicar. Es que, por algo es imbécil, es decir, výro, akãnẽ.
Comparto la
conocida Fábula del Tigre: “No discutas con burros”. Es una
lección de vida, aplicable a todos los aspectos que nos rodean para crecer en
paz:
-El burro dijo al tigre: “El pasto es azul”. El tigre respondió: “No, el pasto es verde”. La discusión se calentó, y los dos decidieron apelar al león, el Rey de la Selva. Al llegar ante el rey, el burro empezó a gritar: Su Alteza, ¿es cierto que el pasto es azul?
El rey respondió: “Cierto, el pasto es azul”. El burro continuó: “El tigre no está de acuerdo conmigo, me contradice y molesta, por favor, castígalo”. El rey dijo:
“El tigre será castigado con 5 años de silencio”. El burro muy feliz siguió su camino, diciendo: El pasto es azul… El tigre aceptó su castigo, y preguntó al rey:
Su Majestad, ¿por qué me castigas?... si el pasto es verde. El león dijo:“De hecho, el pasto es verde”. El tigre preguntó: Entonces, ¿por qué me castigas? El león respondió:
“Eso nada tiene que ver con la pregunta de si el pasto es azul o verde.
Te castigo porque, no es posible que una criatura valiente e inteligente como tú, pierda
tiempo discutiendo con un burro, y encima vienes a molestarme con esa
pregunta”.
Lección: La peor pérdida de tiempo es discutir con el fanático imbécil a quien no importa la verdad ni la realidad, sino sólo la victoria de sus creencias e ilusiones. ¡Jamás pierdas tiempo en discusiones que no tienen sentido…!
Hay gente que por
muchas pruebas que le presentemos, es incapaz de comprender, y otras, están
cegadas por el ego, odio y resentimiento. Sólo desean tener razón aun, sin tenerlas.
Luego: “Nunca discutas con
burros porque cuando la ignorancia grita, l a inteligencia calla. Tu paz y
tranquilidad valen más”. Al
concluir, ahakuetévo me indago:¿Seré yo Señor..el burro “mba'e hina" ...“ndéraaa”.
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