miércoles, 29 de septiembre de 2021

ACTITUD: ¿Elección, Decisión, Acción, Impulsividad?

 

Actitud: Disposición de ánimo expresada de algún modo (RAE). La decisión voluntaria se desarrolla en una especie de debate interno: comienza con la duda que, muy al contrario de la indecisión patológica, es una elección que se busca y valora, decía aquel profesor.  

Lo que define una elección es la libertad. Elegir es resultado del último “juicio práctico”, el último veredicto para decidir. “Advertí que no debía hacer, pero lo hice…”. En toda elección hay una tensión inevitable: se decide en conciencia, asumir un “riesgo”. 

Toda elección es una victoria equilibrada sobre dos “enfermedades” iguales y contrarias: La irresolución, que es su defecto, y la impulsividad, que es su exceso. La victoria es el equilibrio, fruto del autodominio. 

Acción. La voluntad realiza un resumen entre “pensar y hacer”. El hombre es conciencia encarnada, aunque, a veces, esté tentado de separar el pensamiento de la acción. Así, el actuar humano no se limita a la sola “voluntad”. 

Ovidio, el poeta romano dijo: “Veo lo mejor, y, sin embargo, sigo lo peor”. El hábito es una estructura habitual, coordinada, un esquema de conducta que se convierte ya en involuntario. Es la materia prima de la virtud o del vicio. 

La Libertad es una realidad tensional. La tensión está en “tener libertad” y en “ser libre”. Ante todo, es un modo de ser (política, religiosa, intelectual, moral) La libertad no es un regalo del Estado; es propia de la dignidad humana, don del Creador. 

Libertad de y para. En este proceso nos liberamos “de” ataduras (ignorancia, dolencias, vicios, pecados) que nos impiden crecer libres “para” realizarnos plena y definitivamente. Somos animal transbiológico, según Jasper, psiquiatra y filósofo alemán. 

La libertad no tiene su razón de ser en sí misma. No es un valor absoluto. Hace falta saber el para qué; su finalidad y su sentido. Por ello, el autodominio y disciplina dan una intensa sensación de libertad. 

La persona, sólo ella, tiene libertad que radica en su condición de ser tal. El hombre tiene autoconciencia; se auto-posee. Ella se da como “apertura”, responsabilidad y autodominio. Nadie es libre si no domina sus impulsos. 

La verdadera libertad consiste en hacer lo que se debe, no lo que se quiere”. ¡Que paradoja!:  la libertad siendo un “don”, hay que conquistarla cada minuto, porque es demasiado fácil perderla. 

Elementos que forman la responsabilidad humana: a) El pathos o talante. Sentimientos y Conducta moral, son modos de encontrarnos y tienen una gran resonancia (eco) afectiva. Somos 85% de afectividad y 15% de inteligencia, dicen los expertos.                                                                       

La pasión es un estado efectivo de gran intensidad (emoción que domina la razón y orienta la conducta; en general causa padecimientos). Las emociones, son estados que  transforman de un modo momentáneo -pero brusco- el equilibrio de la estructura psicofísica del individuo. (O sea. ¡ikatu ñandembo chalai paite!

b) El elemento cognoscitivo, cultiva la mente. c) El volitivo, hace a la voluntad. d) El ejecutivo, opera. 

No podemos controlar el tiempo atmosférico, el tráfico o el humor de la gente, pero podemos controlar nuestras actitudes hacia esos hechos”. Todo saber produce “apetito” y provoca una conducta que se llama acción. 

Libre es quien decide no violar reglas, cuando por conveniencia, pudiera hacerla. Libre es quien opta por hacer el bien, aunque ello le cueste soportar burlas, es decir, libre es quien decide por convicción vivir hombre y no como bestia.

Nadie es más terriblemente esclavizado que quienes se creen falsamente libres” (Goethe) 

Pero aun si por actuar con rectitud han de sufrir, ¡dichosos ustedes! (…) Pórtense de tal modo que tengan tranquila su conciencia, para que los que hablan mal…se avergüencen de sus propias palabras” (1 Pe 3:14-16).

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