PERO TAMBIÉN… ¡CON
DEBERES!
Los seres humanos hemos
sido dotados de inteligencia y ésta, nos permite pensar cuán lejos o cerca
estamos de los parientes animales (no racionales). Y por descontado está: es
suficiente razón para sentirnos una fauna de elevada dignidad.
Así las cosas, sólo
quien piensa modifica, moldea, transforma la materia ya existente, haciendo
aparecer (crear) lo que antes no existía: aviones, por ejemplo. Entonces y
gracias al hombre, ha surgido en el mundo una rara, (no pocas veces, contradictoria
y defectuosa) flor: el derecho.