¡DESAFORADA AUTOLATRÍA!
El tema de este comentario que nos ocupa es la célebre afirmación de
San Pablo: ¡Todos pecaron y están privados de la presencia de Dios! (Rom.3-23).
El mundo posmoderno ha perdido el sentido de pecado. Este flagelo sufrimos gobernados - considerados ciudadanos de segunda categoría y, gobernantes - quienes se consideran - en general - ciudadanos de primera, con "derecho de pretores".