¿Marco rector de la conducta posmoderna?
Sabemos que las cosas son, y que son de tal manera que la podemos conocer. Es decir, sabemos que lo que es, ES y lo que no es, no ES, y sería inútil tratar de modificarlo simplemente con el pensamiento, precisamente porque las cosas son como son, con independencia de mi pensar, querer o gustar.
Con frecuencia se oye decir: “Porque me gusta digo y hago lo que quiero y nada más importa” El marco rector de mi conducta, tácitamente niega la “verdad de las cosas” porque cada quien tiene su propia verdad: Su gusto.
Cuando lo subjetivo se convierte en fuente de toda verdad y de todo bien, se desarrolla en el individuo la patología del endiosamiento del “yo” (no pocos conductores de radio y Tv de nuestra fauna nacional, dígase de paso, sufren gravemente de "endiosamiento del yo") ; la mente sólo juzga su propia impresión y así, todos sus juicios le resultan “verdaderos”
Antonio Orozco nos cuenta que Santo Tomás de Aquino, apela a un ejemplo de fácil comprensión para ilustrar lo antes mencionado: “Si el gusto no siente sino su propia impresión, cuando alguien tiene el gusto sano, y juzga que la miel es dulce, formará un juicio verdadero; pero de igual modo, juzgaría con“verdad” el que, por tener el gusto estragado, afirmase que la miel es amarga, pues ambos juzgan conforme a su gusto”
Desde esta perspectiva se comprende – por ejemplo - los cotidianos atropellos a la sana convivencia humana, a los derechos del semejante y a otros tantos vicios derivados de nuestra amarga chatura cívica: Es que mi gusto tiene primacía sobre todo y, sobre todos.
El hombre posmoderno acentúa la tendencia a hacer de su gusto la medida de todas las cosas y fuente decisoria de toda conducta como buena, es decir, se convierte en el marco rector de las acciones, como ya lo señalamos. (El hombre es medida de todas las cosas, afirma Protágoras)
¿No es hora de pulverizar esta fabulosa orquestación de mentiras arropadas con discursos y frases hechas que inunda el imaginario colectivo? ¿No es ya momento de pensar, decir y hacer lo correcto por encima de lo "políticamente correcto" o porque, simplemente me gusta?
En las tres áreas donde se desarrolla la vida humana, dice Carlos Díaz: en el fuero interno de la conciencia personal, en el hogar y la familia y fuera de la propia casa, en los ámbitos académicos, culturales y laborales, debemos atrevernos a decir la verdad, aún cuando ésta nos redunde impopularidad.
No siempre el gusto es buena consejera. Normalmente el irracional gusto provoca no pocos padecimientos. Es porque el simple gusto no es criterio válido y universal para satisfacer mis apetitos, sí, debe ser orientado por la brújula del “yo debo” racional. Para el buen entendedor.........
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