¡¡Y QUÉ!!
La nuestra, es una sociedad donde la desfachatez, prepotencia e impunidad ante las transgresiones de
las normas es caso y cosa de todos los días. Por desgracia y para peor de
males…¡no pasa nada!. Cualquiera comete todo tipo de tropelías,
haciendo lo que le viene en gana y tan siquiera, es mínimamente importunado.
Luego, el individuo por la prótesis de “postmoderno”,
rechaza la disciplina, se burla de la
razón, se deja guiar preferentemente por el gusto. Así obedece a sus enfermizos
deseos. Ya no piensa en un “yo” como persona, sino más bien, ha llegado a hacer
un elogio de su incoherencia mental (esquizofrenia).
¿Cómo se puede entender la conducta de
jóvenes estudiantes – por ejemplo – que se mutilan despiadadamente en nombre de aipó competencia de “Safaris estudiantiles”; o estudiantes que “festejando” fin de
curso, causaron destrozos en algunas aulas?
Es que cada cual compone "a la carta" los
elementos de su pobre existencia sin preocuparse por la coherencia de sus
acciones. Hoy manda el sentimiento, el gusto, el insano deseo. El individuo
postmoderno, sometido a una avalancha de informaciones “vyroreí”, opta por un colosal
vagabundeo para vivir por debajo de su existencia. Es decir, repta (o tyryry).
Este tipo de terrícola “no se aferra a nada, no tiene certezas
absolutas, y sus opiniones son susceptibles de modificaciones rápidas. “Pasa de una cosa a la otra con la misma
facilidad con que cambia de detergente. También en las relaciones personales
renuncia a los compromisos profundos.
La meta es ser
independiente afectivamente, no sentirse vulnerable. El medio para conseguirlo
es lo que ha sido llamado el "sexo frío" (cool sex), orientado al
placer breve y puntual, sin ambiciones de establecer relaciones excluyentes ni
duraderas”.
(cfr. Luís González-Carvajal- “Ideas y creencias del hombre actual”, p 171).
Pero como el mal absoluto no existe, es digno destacar la actitud de las autoridades del colegio Santa Teresita,
de Luque, de expulsar a 8 estudiantes que causaron destrozos en una de sus
aulas. Lo hicieron a pesar de las presiones de algunos padres que pretendieron
el levantamiento o la reducción de la sanción.
La medida
conlleva el mensaje pedagógico de recordar a los protagonistas de la barbarie,
sus compañeros, familiares y a toda la sociedad que el atropello a los bienes
colectivos debe recibir un castigo y sus responsables tienen que hacerse cargo
de las consecuencias de su conducta. (Diario U.H. p. 22 - 29.10.14)
El hombre es un ser dotado de inteligencia
y voluntad. Es lógico por tanto que, al entrar en crisis la razón y tomar conciencia
del desorden establecido en su propio “yo”, quiera de nuevo abrir las vías de
acceso a Dios. Como decía Pascal: "el corazón tiene sus
razones que la razón no conoce".
Abrigo la esperanza que casos
vergonzosos no queden en el alegre “opareí”. Podemos si queremos…es cuestión
de querer renunciar a seguir siendo el irredimible “hijo pródigo”
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