miércoles, 29 de octubre de 2014

CIENTIFICISMO (No ciencia)

                                         FARISAICA NEGACIÓN DE DIOS

El cientificismo - enseñaba S. Núñez- es aquel horizonte intelectual que pretende hacer pasar por conclusiones de la ciencia experimental elementos propios de una filosofía materialista. Es una manipulación ideológica de la ciencia por parte del materialismo.

Mariano Artigas ha declarado que: “Si un científico utiliza su ciencia arbitrariamente en función de sus preferencias ideológicas, además de faltar a la honradez, es responsable de engañar a su público en temas que tienen una notable importancia vital”

El cientificismo, lo que suele hacer es intentar pasar por verdades científicas (es decir, comprobadas empíricamente o deducibles de conclusiones experimentales establecidas empíricamente) afirmaciones filosóficas asumidas de forma acrítica.

El dogmatismo del que hace gala el cientificismo, y con el que procede sistemáticamente, supone todo lo contrario de lo que, en teoría, representa la racionalidad científica: prudencia en la emisión de juicios; humildad epistemológica, o lo que es lo mismo: reconocimiento de los límites del saber científico que lleva a una abertura y a un diálogo fecundo con otras disciplinas del saber humano.

El cientificismo viene a ser la pseudociencia de quienes piensan que la ciencia lo es todo, o que al menos, es el medio principal de que disponemos para saber todo. El cientificismo vendría a ser la creencia dogmática de que el modo de conocer llamado ciencia es el único que merece el título de conocimiento.

Juan Luis Arsuaga (célebre divulgador científico) lo ha expresado con estas palabras: “quien quiera verdades absolutas, dogmas incuestionables e inamovibles, debe mirar hacia otro lado, que no es la ciencia”. El conocimiento deriva de otras fuentes, tales como el sentido común, la experiencia artística y religiosa y la reflexión filosófica”.

Por ejemplo: el gran éxito social de la ciencia experimental de la Naturaleza, lleva a la afirmación de que la única forma de conocimiento objetiva válida es la propia del conocimiento científico; como éste sólo estudia entes materiales, se acaba concluyendo que lo único que existe realmente son las cosas materiales.

Es significativo que Ludwig Wittgenstein, el gran menor del Círculo de Viena escribía, el 2 de enero de 1927, en una carta dirigida a Engelmann: “Mi vida ha perdido todo sentido y no consta más que de episodios insignificantes. Los que están en torno a mi no lo advierte, tampoco lo comprenderían; pero yo sé que me falta algo fundamental” (El Círculo de Viena considera la ciencia experimental como la única forma de conocimiento racional, es decir, afirma como verdadero positivista: yo sólo creo lo que puedo tocar).

Así las cosas, es fácil entender cómo tantos titulados-acartonados académicos, niegan la existencia de Dios, pues a Dios no se lo puede ver ni tocar. Aunque Augusto Comte idolatraba la ciencia, comprendió que la humanidad no podía vivir sin religión, por este motivo inventó una: la religión de la humanidad, en donde algunos de los grandes personajes que había dado la historia eran los santos a venerar. (Fuente: José R. Ayllón - Introducción a la Ética, p. 77 y sgtes)

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