¿JUSTO Y EQUITATIVO?
La
falta de idoneidad y de méritos de una gran mayoría de los funcionarios
públicos y legisladores, provoca cuestiones
insólitas, como promulgación de leyes, que enseguida, son derogadas (ITV, SOAT,
etc).
Con
tantos impresentables que ocupan cargos de relevancia en la función pública, no
es de extrañar que no podamos salir de la sempiterna categoría “kachiái”,
por un lado, y nada digamos de la falta de cultura cívica y moral de tantos
“pretores” al “servicio” del bien común.