¿Cuál de ellos preferimos?
Cacarean políticos, docentes,
autoridades y un montón de gente más, ¡viva el Paraguay, viva la libertad, la
dignidad! y demás apelativos heroicos - generalmente histéricos – que se evaporan
apenas concluido el vocablo. Me apresuro a expresar, empero, que tales manifestaciones
no son reprochables, ni mucho menos. No obstante, quisiera hilar muy fino a qué
tipo de Paraguay hacemos referencia cuando exaltados vociferamos ¡viva
Paraguay!