No al fútbol idiotizante…
El diario anarquista La
Protesta escribía en 1917 contra la “perniciosa idiotización a través del
pateo reiterado de un objeto redondo”. Comparaban,
por sus efectos, al fútbol con la religión, sintetizando su crítica en el lema:
“misa y pelota: la peor droga para los pueblos”. ¿Hay punto de comparación veraz
entre una celebración eucarística y un violento espectáculo de masas?