Argumento del pensamiento primitivo
Nada ni nadie es absolutamente independiente fuera de Dios. El hombre, por tanto, no es un ser absoluto porque ninguna de las facultades lo es. La limitación es triple: física, psicológica y moral. Sus limitaciones cognoscitivas y volitivas son evidentes; y respecto a la moralidad de sus actos, sabe con seguridad que hay acciones que puede hacer pero no debe realizar, nos recuerda José R. Ayllón, en su libro “En Torno al Hombre” p. 114.