martes, 22 de noviembre de 2011

EL VECINO...

¿Bendición o Azote?

Loable iniciativa de cierto grupo de personas, hizo posible que en el año 2003, la Asociación de Juntas Municipales haya reconocido el Día del Vecino, que se conmemora el segundo domingo del mes de setiembre, según la Ordenanza Nº 23 de la Junta Municipal de Asunción.

Algunos de los objetivos que se promueven al celebrar el Día del Vecino: incentivo de una nueva forma de relacionamiento entre los vecinos; disminuir la apatía y fomentar la participación a favor de una mejor calidad de vida... Y mientras instaban a los pobladores de otros barrios a fomentar lazos de amistad, acuñaron esta frase:“Tu vecino es tu pariente más cercano”

Según la Fundación Paraguay, lo esencial es; recordar que un vecino es un  hermano que comparte, un amigo que te apoya, un ser que te da la mano, alguien que comparte contigo momentos de felicidad... eso y mucho más es el buen vecino
¿Qué persona cuerda puede rechazar este tipo de vecinos?

Pero hay vecinos que son un “infierno” para la gente decente, honesta y pacífica. Ellos, prepotentes, se llevan todo por delante, cual manada de bestias salvajes, aplastando derechos de terceros; rompiendo reglas de convivencia humana con estridente polución sonora; roñosos que arrojan a la calle todo tipo de desperdicios; descerebrados que en medio de la noche gritan como gansos hambrientos y demás acciones propias de verdaderos abortos sociales, entre otras bajezas cometidas y que hacen de nuestro Paraguay un país maximísero, quebrado y errante.

Un imbécil intento de justificar la equívoca conducta de no pocos "excrementos" humanoide es: “Yo hago en mi casa lo que quiero”; “Ejúna ore mo quirirí, re ñanimá ramo”; “Andá plagueáte a donde quieras.. carajo..” He aquí el combo que concentra ignorancia, prepotencia, bajeza extrema, inmoralidad, entre otras “perlas” que adornan a muchos simios y mamútes con pantalones y polleras, de nuestra enanizada fauna nacional.

Nadie ignora que somos llamados a vivir sanamente en sociedad, y que el fin de la vida social es la felicidad, de manos de valores como el respeto, la decencia, la solidaridad, la justicia y la paz. Es justo, por tanto, aplaudir la iniciativa y objetivos que hizo nacer el Día del Vecino y que nos hace “Hermano, amigo solidario, y pariente más cercano”

Y usted, estimado lector....¿qué vecino le tocó en suerte.... una bendición o un terrible tormento..?

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