martes, 16 de marzo de 2021

TODOS Y TODAS…

¿Y por qué no: hasta luego y hasta luega?

Hace algunos años se inició un uso impropio “argelado-tái rasy” al género  masculino y femenino, que insulta la norma lingüística. Muchos, sin saber, usan los dos géneros cuando se refieren al colectivo. 

Así, masacran el oído con cacofonía (error al hablar y voz desagradable que daña el enunciado) de “niños y niñas, todos y todas, muchos y muchas”, por ejemplo. Según la RAE el uso de estas expresiones va contra la norma lingüística y deberá llegar a su fin. 

La norma indica que en caso de referirse a un colectivo se usará el sustantivo genérico colectivo y no el individual. Un ejemplo… 

El colectivo “Padres”. Es masculino y suena machista, pero no se cambian las palabras porque nos gusten o no. Al decir padres, decimos “mamá y papá”. 

Lo llamativo: la institución educativa es la que impulsa el “vyroreí” dañino, sin oposición de profesores quienes deberían “enseñar”. La RAE quiere poner fin al uso de “ciudadanos y ciudadanas”.  

Los desdoblamientos “ellos y ellas, todos y todas”...es vicio lingüístico, adoptado por ciertas feministas (…) de llamar por dos veces a las mismas personas: españolas y españoles, ciudadanos y ciudadanas, funcionarias y funcionarios. 

“Quiero llamar la atención sobre lo incorrecto del vicio semántico: una regla elemental de estilo prohíbe repetir dos veces el mismo término, sin excepción alguna... 

No se trata de que sea feo -cuestión de imagen-, que tanto parece preocupar a las mujeres, feministas: no es correcto hacerlo…¿Y qué pasa con las profesiones de tradición femenina, ejercidas por varones? 

Cuando un varón ejerce una profesión, hasta hace poco, propia de mujeres, como niñera, ama de casa, matrona, empleada de hogar o modista, nuestra lengua permite también cierta flexibilidad de elección. 

Podemos, en primer lugar, siguiendo un camino armónico, masculinizar el femenino: el niñero, el amo de casa, el matrón, el empleado de hogar, el modisto.  

Cristina Sánchez, “novillera y matadora de toros”, insistía en medios de comunicación, que prefería ser denominada torero y no torera; en un reportaje publicado en ¡HOLA! el 31.07.1997.

Modista es terminación de nombre común, como periodista o violinista; a pesar de ello, la RAE admitió un innecesario masculino modisto, con el fin de distinguir al varón que ejerce la profesión, por razones sociológicas. No por razones lingüísticas. (Dra. Soledad Andrés Castellanos-Facultad: Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid) 

Porque de seguir con la enfermiza y pegajosa forma de mal hablar, ¿quién impediría decir: las mujeres tienen uñas, y los hombres uños?  “Es una faraónica estupidez que se discuta sobre estos temas con tanta vehemencia”, sostiene  Sergio Estrada.

Vendedores de humo del "lenguaje inclusivo", cultuan la "e"...dicen Todes, en vez del ya prostituido "todos y todas”: Nosotres, Muches, Compañeres. Luego: Ana es linde... ¡Mayor idiotez...imposible! 

No es de inteligentes someterse a los desatinos de la opinión común. El antiguo y perenne principio de no contradicción dice: Lo que es, es; y lo que no esno es. Y este principio no depende de mi gusto o creencia. Hablamos bien o hablamos mal.  

Así, y con tono "progre" e irracional, digo: ¡A todos y todas, hasta luego y hasta "luega"!

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