miércoles, 10 de marzo de 2021

EL SUSCEPTIBLE (Ipererïva, Pire Pererí- Vulnerable)

  
Los psicólogos dicen que, susceptible es una persona que sufre cambios de sentimientos con facilidad, emocionalmente frágil y sensible, demasiado quisquillosa y débil, fácil de ofenderse con cualquier pretexto. 

Así las cosas, la gente susceptible es, “sujeta a” o “propensa a”. Ejemplo: “Su salud siempre fue muy frágil, es muy susceptible a las enfermedades”. En sentido figurado, una persona susceptible es extremadamente vulnerable  pire pererí”, que se ofende por nada. 

Dice Arturo Torres, Sociólogo y Máster en Psicología social: “Sea como sea, el estilo de vida que llevemos…tarde o temprano acabamos topándonos con personas susceptibles”. 

Gente que a la mínima crean dramas y que, aunque no tengan por qué disfrutar con los conflictos, lo cierto es que lo llevan todo al terreno personal con mucha facilidad. Eso sí, el ser humano es un mundo que no puede ser resumido solo con una etiqueta. 

Algunas características de las personas susceptibles: 

*Ante las dudas, ven conflicto. En las relaciones personales surgen muchos momentos de ambigüedad, abiertos a múltiples interpretaciones. Luego, las personas susceptibles “Pire pererí”, ven el peor escenario posible, y se imaginan ofensas dirigidas hacia ellos. 

No meditan sobre su enojo. No se preguntan por qué realmente se “enojan”. Adoptan actitud pasivo-agresiva. O ñembo pochý, defendiendo tenazmente su posición. 

¿Qué hacer? Si algo nos caracteriza como especie, es la diversidad. Los terrícolas  adoptamos modos de vivir, y por eso tenemos diferentes personalidades, actitudes y maneras de percibir la vida y las relaciones personales. 

Que hay gente susceptible es una realidad. Hace falta gran fortaleza para dialogar sin que termine en discusiones. Por ello, se recomienda algunas sugerencias: 

a. No ridiculizar. A veces, la susceptibilidad de quien habla nos puede parecer una broma. Sin embargo, y a pesar de que el motivo de su enfado, es insignificante, no hacen comedia. El primer paso es aceptar, si vemos que el motivo de su enojo, no vale la pena pelear. 

b. Disculparse solo cuando hay motivos. Disculparse porque alguien tomó mal una acción no es lo aconsejable. Solo hay que hacerlo si realmente hubo un malentendido razonable. 

Puede parecer que al negarse a pedir perdón se crea conflicto. En muchas ocasiones, disculparse solo alimentará que hubo ofensa, y no un malentendido. Eso puede llegar a viciar más la conversación desfavorable. 

c. Si va a criticar, adopta una perspectiva constructiva. Cuando hagas críticas, hazlo refiriéndote a una persona ficticia, y siempre poniendo énfasis en lo que se puede mejorar, y no en lo que está mal. 

d. Usar lenguaje no agresivo. Posturas y gestos deben dar confianza y aceptación, no actitud a la defensiva. No mantener los brazos cruzados y mostrar que el caso no merece ver a un enemigo en la otra persona. 

e. Mantener actitud educada. Por muy equivocado que esté el otro, la cortesía y buena educación ha de mantenerse. Educación no es debilidad. ¡Todo lo contrario! Es tener pleno control de la situación. 

Recuerda siempre que “El idiota grita, el inteligente opina, y el sabio calla… La razón  habla pausado y quien no tiene razón grita”. 

Este servidor suscribe plenamente lo escrito, habida cuenta que en tiempos idos, fue un vulnerable Vyro Pire Pererí. ¡El mundo será mucho mejor sin susceptibles

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