miércoles, 24 de marzo de 2021

¿POR QUÉ? ¡Cuesta admitir nuestros errores!

  
¿Por qué nos cuesta tanto dar el paso para reconocer errores y falsedades?. Pero, con frecuencia, exigimos a otros que nos pidan disculpas…. que admitan que cometieron un error o una ofensa. 

¡Si equivocarnos nos hace humanos, admitir el error y pedir perdón nos hace valientes!.   

Pero, al parecer, vivimos marcados por el síndrome de la “infalibilidad”, donde pululan terrícolas que no admiten sus errores, políticos que no asumen sus errores e instituciones que niegan sus desaciertos.

No es fácil, por tanto, admitir ante otros que uno tiene defectos. En ese deseo tan “ñanemba´é”, por aparentar ser impecables, además de altamente eficaces, estamos fabricando ambientes tóxicos. 

El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada” (Goethe) 

Parece que olvidamos que la felicidad no está en ser inmaculados -ningún mortal lo es- solo debemos admitir que somos humanos, sujeto a errores. Si lo reconocemos, es una ocasión para crecer y mejorar. 

Errare humanum est” es una expresión que significa: "Errar es humano". Se considera propio de la naturaleza humana el equivocarse, luego, hay que aceptar los errores, y aprender de ellos y no repetir. 

 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rm 3:23) “Como está escrito: “No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios” (Rm 3: 10-11) 

El humano quedó tan dañado, de tal modo que a veces no distinguimos dónde está el bien. San Pablo describe esa situación con mucha finura psicológica en el capítulo 7 de la Carta a los Romanos: 

"Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que no quiero. Y. si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la ley en que es buena; en realidad ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí (...) 

Descubro que aun queriendo hacer el bien, hago el mal (…) (Rm 07.15-24). Dice, Luis González-Carvajal, en “Esta es nuestra fe”. (p.20):

"El cuerpo de Adán y Eva era fuerte y hermoso... Gozaban de dominio sobre la naturaleza entera”, pero pecaron, y su pecado "ha dañado a todos los hombres, pues a todos los hombres ha pasado la culpa con sus malas consecuencias". 

Es pecado hereditario porque no cometimos nosotros mismos; heredamos. La culpa se borra en el bautismo. Pero sus consecuencias quedan: enfermedad y muerte, concupiscencia entre otros males". 

Lo ocurrido en el paraíso fue un "fatal error gastronómico", dice irónicamente Michael Korda.

El primero en disculparse es más valiente…el primero en perdonar es más fuerte, el primero en olvidar es más feliz (J. Luis Zunni). Equivocarse es un defecto común, pedir perdón una virtud de pocos”. 

Vivimos en una sociedad que se disculpa poco. Hay quien pide disculpas por whatsapp o incluso quien publica sus disculpas en las redes sociales, para que la persona afectada no tenga más derecho que ceder” (Valeria Sabater).  

Cuando Pedro pregunta al Maestro cuantas veces  debo perdonar, éste dice: “No te digo hasta 7, sino hasta 70 veces 7”. Con ello quiso decir Siempre, en todas las ocasiones y veces que se nos pida perdón (Mt 18:22). Que la meditación en este tiempo de Cuaresma, nos ayude a pedir perdón y perdonar...

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