domingo, 31 de enero de 2021

UN DÍA...TODOS MORIREMOS...

  ¡Y tendremos que rendir cuentas ante Dios!

 
“Todos moriremos. Es más seguro morir, que nacer y que vivir”, señaló el Dr. Mario Rivas Souza, Director del Servicio Médico Forense del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses…en su conferencia: “Los signos de la muerte”. 

Y el profesor J. Javier Soldevilla Agreda, afirma: “Que nadie se asuste ni crea que he perdido el juicio. Hace unos pocos días me aproximé en un semáforo; a la trasera del auto que me precedía y detuve mi mirada allí... 

En una pequeña pegatina, vi un texto que rezaba así: “Hoy puedes morir, ¿estás preparado?”. “Creía estar preparado para recibir esa noticia inexorable…pero, en mi lista de “cosas por hacer”…¡No tengo  listo el anuncio: “hoy puedes morir”… ¡Qué horror!. 

Ahora me pregunto: ¿Cómo estoy ante Jesús? ¿Cómo me porté con los demás? ¿Mentí, robé, calumnié…? ¿Usé correctamente el tiempo? ¿Socorrí al necesitado? O siempre hice de letradito-ñembotavy? ¿Qué hice con los dones que me dio el Señor?...

Es un engaño “vivir como si nunca tuviéramos que morir”. Nadie se salva, dijo Rodrigo Opazo, estudiante de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Hoy vivimos de una manera tal, que la muerte no hace “parte” de la vida. 

Así, de algún modo la sociedad moderna no encara la muerte, y se llena de gran pavor con ideas de la muerte, como algo desagradable que no nos pertenece. En el fondo, es como si nunca nos fuéramos a morir.

Afirmación del experto en bioética, Armando Ortíz, aparece en el último estudio "Los Chilenos y la Muerte"... realizado por el Inst. Sociológico de la U. Católica. El dato señala que el 72% de encuestados piensa poco o nada en la muerte, y un 80%, esquiva el tema. 

El Papa recordó la Escritura: “sean fieles hasta la muerte y les daré la corona de la vida”. Si somos fieles, al llegar la muerte, diremos con Francisco de Asís: "hermana muerte, ven"…sin asustarnos. Con esta fidelidad no “habrá miedo en el día del juicio”. 

Todos moriremos, es inevitable, sin embargo, no pocos niegan su propia finitud. Si no nos creyéramos inmortales, seguro que disfrutaríamos más de la vida, con cordura. Es lógico no querer morir… pero es idiotez, no aceptar que moriremos. 

Luego, hay que verlo como natural, y que esto nos sirva para apreciar más la vida. 

Alguien dijo con razón que, la muerte debería ser una celebración de la vida, de una vida infinitamente mejor. “En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar” (Juan 14,2) 

Cuando un ser querido nos deja, hay un proceso de duelo. El psiquiatra Kübler Ross habla de cinco fases en el proceso de duelo: negación, ira, negociación, tristeza y aceptación. Me da la sensación de que nuestra relación con la muerte está siempre en fase de negación. 

“Hermanos, no queremos que se queden sin saber lo que pasa con los muertos, para que ustedes no se entristezcan como los que no tienen esperanza. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán primero" (1ª Tes 4:13-16)    

Así sucederá, lo creamos o no, porque: “lo que es, ES, y lo que no es, No Es.

Y no hay en el mundo dinero ni poder para cambiar lo que está establecido por el único Dueño y Señor de la vida

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