Se dice: “El hombre no es solo un producto de su ambiente histórico ni de su entorno social”. Aunque, por desgracia, muchas veces, lo es. Pero, el inteligente enfrenta dificultades, y no será títere de su situación. Ejemplo es el caso de Clare Crockett. (Una carta en blanco en manos de Dios).
Clare, joven irlandesa, desde la infancia soñaba ser una estrella del cine mundial. Y lo consiguió. Tenía cualidades para ello: gran talento artístico, preciosa voz, aspecto atractivo y arrolladora personalidad.
Con solo 15 años fue contratada como presentadora de programas juveniles de televisión en el Canal 4- uno de los más importantes del Reino Unido- y, a los 17, se interesó por ella el Canal Nickelodeon.
Su gran talento para la interpretación, teatro y música fueron muy pronto reconocidos. Tuvo un papel secundario en una aplaudida y premiada película, lo cual le posicionó para una exitosa carrera en el mundo del espectáculo… ¡El cambio!:
Una mezcla de tres fuertes vivencias lo animaron a dejar todo. 1ª. Descubrió el amor de Cristo crucificado, al venerar la Cruz, un viernes Santo. 2ª. Estaba vomitando en el baño de una discoteca, cuando “oyó” a Jesús decirle: ¿Por qué sigues hiriéndome?
3ª experiencia: una noche en la habitación de un lujoso hotel de Londres, mientras leía la hora en que el chofer le iba a recoger por la mañana. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que cualquier éxito y fama, comparado con Cristo, todo era paja, viruta.
El hecho de que, a los 18 años, tuvo la visión y la fortaleza para alejarse del “mundo” e iniciar su vida consagrada, es testimonio potente de gracia divina y de su propio olfato, por lo real. Y se hizo monja.
Al contrario de Brigitte Bardot, Clare entregó su talento y juventud a Cristo. A cambio, recibió luz, belleza y gozo que antes no tenía, hecho que a muchos se les ha escapado.
La famosa B. Bardot dijo en una ocasión que, después de haber entregado su belleza y juventud a los hombres, iba a entregar la sabiduría y la experiencia de su vejez a los “derechos” de los animales.
Hoy, en la sociedad mundana, muchos ven con recelo y burlas a jóvenes que optan por la vida religiosa. Clare sintió que la llamada de Dios era su deseo más importante y que el servicio a otros recompensará más que poseer fama y dinero.
El editor de Belfast Telegraph, diario más importante de Irlanda, dio en el clavo cuando, el 19 de abril, tres días después de la muerte de Clare, escribió que ella es modelo para Irlanda: "Ella es el verdadero rostro de Irlanda del Norte".
En sus primeros momentos de lucha por renunciar a un futuro de fama y fortuna, Clare consideró, con gracia, la idea de combinar sus «dos vocaciones», convirtiéndose en «una monja y famosa». Al final, optó por aquello de "el que se humilla será enaltecido". "Su lema era: "O todo o nada"
Luego, no se puede negar que Clare fue modelada por su entorno, pero no determinada por él. Ciertamente, cumplió con lo que alguna vez dijo San Pablo: “He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel” (2ª Tim 4:7)
Clare y más cinco murieron en Ecuador, el 16 de abril de 2016, al derrumbarse la casa, donde hacían labores humanitarias y evangelización-, a causa del terremoto e inundaciones que devastaron la zona.
¿No será más fácil para quien no tiene fama ni dinero redimirse?... Luego, cambiar de vida se puede siempre… ¡siempre que se quiera!
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