El diccionario define “desconsideración”: Falta de consideración o respeto hacia una persona o una cosa. "Se puso a observarla con manifiesta desconsideración". (Rechazar una posibilidad de ayudar)
¿Cuántas veces vimos a alguien con cierta discapacidad, necesitada de una ayuda- como cruzar la calle, inclinarse para recoger algo, empujar su vehículo- y simplemente, lo ignoramos (ñembotavy) cuando…no nos burlamos mba é?
¿Es exagerado decir que una “desconsideración-í”, es pecado loo, habiendo aterradores infortunios; crímenes, pobreza extrema, tráfico de drogas, prostitución infantil, aborto, corrupción galopante…entre otros grandes sacrilegios vividos hoy?
Afirma José Rafael Sáez: "Sí, lo son, son hijos de otros pecados, mejor aún, de otro pecado: qué entiendo por “desconsideración”. Es sinónimo de egoísmo barato, pobre de grandeza, simple y fatal...
De tanto mirarse el ombligo, el hombre se creó una deformidad moral cada vez más abultada, desde el cual -el prójimo- es totalmente ignorado-descartado".
Es el pecado de Caín, pero no el de haber matado a Abel, sino aquel terrible desprecio que expresa el asesino, cuando responde a Dios con desdén: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?” (Gen.4, 9)
Luego, la persona desconsiderada dice algo así como: “Me importa un “pito” dónde está, cómo está o qué le pasa al otro”. No es mi problema, no le conozco ¿Quién se ocupa de mí?... No me rompan los “kinotos” con problemas ajenos. Ya tengo bastante con los míos”.
Desconsideración es destruir la empatía de alegrarse o padecer con el otro, es derribar la solidaridad, es rematar lo poco que queda de amor, en este mundo que mató al Amor...
Esto se nota en aquel que secuestra a un niño para venderlo, como en aquel que usa materiales baratos para construir un puente, inflando el presupuesto; en el que rompe una botella de cerveza y deja los vidrios esparcidos por la vereda, en la playa, en la calle...¡qué pio tanto...no es nió algo grave!
Desconsideración es estacionar sobre la vereda, estorbando al peatón; molestar con polución sonora, derrochar cientos de litros de agua limpiando la vereda; atropellar derechos de otros...
En fin, culpable es el “profesional” que nunca llega a hora al consultorio, oficina o cita, porque nada le importa sus pacientes o clientes. Sufren “síndrome de diocesillo”…de casta superior ante quienes los “otros” deben postrarse. Y la lista de desconsideración puede seguir...
Esta conducta que parece ser sólo falta de educación, no lo es en absoluto. Sí, es total falta de respeto al otro. El desconsiderado sólo vive para sí, el otro no vale, no existe. Luego, la desconsideración es pecado grave. Si se trata de hijos (todos somos)...tanto peor.
Cuaresma es tiempo de conversión y penitencia. En estas fechas los fieles guardan ayuno. Imitan a Jesús estando en el desierto, antes de su vida pública. Podríamos abstenernos, ayunar y purificarnos de tantas lacras...¡si queremos! ... dígase de paso.
Recordemos aquel dicho: ¡Quien no tiene cuaresma, no tiene Pascua!
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