viernes, 9 de octubre de 2020

NUESTRA VOLUNTAD A “PRUEBA”

                                 
El Decreto 4.115 del Poder Ejecutivo ordena medidas para el levantamiento gradual del aislamiento preventivo en todo el territorio nacional…Rige hasta el 25 de octubre, de 05 a 23:59. Pero… ¡no se declaró so ó hina capelú!

 Los eventos se realizarán con distanciamiento físico de dos metros. Encuentros sociales, con máximo de 12 personas: con lavado de mano, no compartir mate o tereré, ni el mismo vaso para la "ceesita", uso de tapabocas¡No se declaró so’o hina! Más de 36,5 millones de casos y más de un millón de muertos hay en el mundo.

Investigadores dicen que entre 5 y 40 casos de cada 1.000 contagios del virus son fatales, con una aproximación más precisa de nueve casos de cada 1.000. Es decir, el 1%. 

El Covid…¡Mata, o poro Juká!... ¡Mba éicha pio la nde vyroiteréi anguirú!

Cada uno debe ser responsable de no enfermarse e infectar a otros”. Tenés libertad de culpar al gobierno, al Papa, a quien quieras, pero no cuidarte, morir y matar a otros, es cosa de imbéciles... ¡entendéa mi socio!

Dice Carlos Díaz: ¡Qué inmensa paradoja la del animal racional, caña pensante, microcósmicamente débil y quebradizo en su noche, macrocósmicamente destructor, en su día, ángel y bestia al mismo tiempo. Y a la vez, causa de aflicción y fuente de admiración!

El nivel de desarrollo moral del humano no va parejo con lo tecnológico. Fácil es hacer ciencia y tecnología. Difícil es ser respetuoso, buen vecino, buena gente. La ciencia avanza, pero, la ética y el sentido común, parecen estar en retroceso, es decir, o “progresá la atraso.

Sin identidad moral, miles de terrícolas, dicen que en materia de valores todo es relativo, nada es verdad ni mentira, todo depende del cristal con que se mira, “he í ña Casimira”.

El humano es un animal enfermo, etimológicamente hablando (in-firmis, no firme): camina con un pie más corto que otro, hipertrofia su brazo de acero de tecnita a costa de su noble y bella alma.

Parece que la solución no es tan fácil; escuelas y universidades del primer mundo no resuelven esta cuestión. Entonces, ¿para qué sirve la escuela si no es para hacernos mejores, más buenos, sin dejar por ello de ser más técnicos?...

Peor es no tener esperanza, tirar la toalla, entregarse al yugo del tavý-mbareté. Aunque en esto de lo peor siempre hay algo “más peor”, por ej: ser esclavo del “hago lo que quiero”, fruto de la debilidad, que me hace perder hasta el honor, un patrimonio del alma.

Hacer lo que se debe, en el caso, es ser responsables en nuestro actuar. No morir ni matar por bestiaria ignorancia....tan nuestra (ñane mba-é).. 

Alguien dijo: “El mundo es una gran montaña de mierda que hay que agarrar con las manos…sin ensuciarse el corazón”.

Transformar la sociedad no se hace tomando cerveza en casa, hay que trabajar en la calle, en el campo, en la escuela, la oficina, el yo, el vos, el nosotros. “Meterse en política”, es convivir con los demás con humanidad. 

Hacer política” es participar en el bien común. Regenerar lo de-generado, tratar de ajustar lo desajustado, poner justicia donde hay injusticia…

En fin, la política no solamente es algo bueno, sino la expresión sistematizada de la caridad, cosa de los mejores, según algunos papas del Siglo XX...."ña entende mí ramo"

Si la hacen los peores es porque los "buenos" no lo hacen, de ahí que el peor de los políticos malos sea mejor que el más bueno de los abstencionistas. 

¡De ahora en más capelú, somos los únicos responsables de nuestras vidas!

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