Me llamo Ing. María
Sinfó… Dr. Pysá Tronco… Lic. Caramayola Tapa…El nombre es valioso. “Es la
palabra más dulce de escuchar. Es nuestra seña de identidad”.
Llamar al otro por su nombre supone un efecto gratificante. Hace sentir valorado, es vínculo de confianza y vuelve a las personas más abiertas. Implica alta sensibilidad.
Muchos, ante la pregunta, ¿cómo se llama usted, de inmediato responde: ing, doctor, lic. fulano de tal. ¿Quién pio te dijo que el cartón académico es parte del nombre? ¡Ah che memby...por qué pio así loo!
Mencionar el título es una distinción de orden académico del que uno se hace merecedor, al haber concluido la carrera universitaria. ¡Y está bien!.. Pero...pero...
"Se tienen anécdotas de personas que han ido a sacar una copia de su acta de nacimiento, y piden que se les adicione el título universitario. Parece que nacieron siendo doctores o licenciados. ¡Cuánta mediocridad!", dice Rolando Fernández. Y agrega:
“Quienes
exigen anteponer el título a sus nombres, lo hacen por mediocres o narcisos. Otros, lo hacen por “lambonismo” (lamebotas) por creerse meritorios.
Subalternos y seguidores, tienen que adularlos, para satisfacer su enfermizo egocentrismo".
A los encopetados
exigentes, cuando les dicen, Ing, doctor o licenciado, se sienten importantes; se abren como los pavos reales;
“expanden las alas a todo dar”; se auto consideran la gran cosa.
Otro katú he-í: “Te digo “nio” profesor o doctor, “por respeto”…lo que, obviamente, hace suponer que, al llamar al otro por su nombre, ¡no se le respeta!. No es falta de respeto llamar al ministro ni al Presidente ¡señor Marito!...¿O sí?
“No es necesario llamarme por un título ya que estudiamos para ser mejores, ayudar a la familia, al prójimo…el título se muestra en la práctica con humildad, sinceridad cariño...ese es mi título"
Si no te gusta tu nombre, vas a la institución encargada de tramitar el cambio de nombre. Ser libre es poder decir y hacer lo quieras. La libertad es un elemento constitutivo de la dignidad humana.
Dios nos hizo libres para elegir el bien o el mal…el cautiverio y muerte... o vida eterna. A la libertad de actuar según nuestra voluntad, llaman libre albedrío.
Luego, me permito decir: no es falta al respeto llamar a la persona por su nombre, así sea el gerente general del universo. ¡Hasta siempre…¡calificados lectores...gracias manté!
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