Ndée Joselito, dijo
Goyín, te devuelvo el libro que me prestaste. Leí y no entendí un car….y
dejé loo
ya. En la página 3 decía: “No todo es respetable”…y más abajo katú he-í:
“No es correcto decir: “Respeto tus ideas, pero no estoy de acuerdo
contigo”
A ver, la pagina 3: “Todas
las ideas de los votantes son respetables, dijo el político”… Alguien
con voz gruesa retrucó: ¿Hay que respetar las ideas de quienes votan
a políticos que legislan contra el pueblo, mientras ellos se enriquecen
impúdicamente?
Atendé lo que dice el afamado profesor
de ética, Norbert Bilbeny: “Es evidente que la principal víctima del
siglo XXI está siendo la idea de progreso. Entonces: ¿hay que respetar a
quienes defienden hoy el retroceso”?
En una democracia hay que permitir y
acatar todo lo que no atente a sus leyes; es algo indiscutible. (Leyes de
tránsito, respeto a la propiedad privada, respeto al bien común, a las personas
que piensan diferentes, etc.) Es decir:
Es indudable que debe respetarse la
vida, la dignidad y la libertad de cada uno. Todas las personas son respetables,
lo mismo que sus derechos. Pero salvado esto, parece que hay otras cosas que no
tienen por qué ser necesariamente respetables.
No todas las ideas ni todas las acciones
son respetables. Distingamos: el respeto moral supone aprobación; el legal,
sólo acatamiento.
Imaginate una democracia donde las ideas
(como la zoofilia) o actos inhumanos (como la tortura) son en sí inaceptables,
aunque por ley se permita. Entonces el problema se complica cuando lo que es
legal no merece ni respeto ni acatamiento.
Por eso Goyín, no todo lo legal, es
moralmente aceptable. ¿Cuántos dictadores asesinos en el mundo, no ganaron por
mayoría democrática? Hitler ganó por mayoría parlamentaria.
¿Ndée, podés pio poner un ejemplo más
fácil?.. he-í Goyín. Con paciencia de monje tibetano Joselito, ensayó el
siguiente ejemplo: “Vamos a suponer que para vos la miel de abeja es agria., porque tenés
el gusto estragado (corrompido)”….
Claramente, no tenés razón. Luego, tu
idea no
es respetable. Pero, vos Goyín,
como persona, merecés todo el respeto del mundo, porque la persona es más valiosa y
respetable que sus ideas o creencias.
Dicho de otro modo, por falla en tu sentido
del gusto, crees que la miel no es dulce, que vos tenés razón... pero, es
una verdad subjetiva (sólo para vos), es TU verdad…NO LA VERDAD, porque la miel
es dulce, antes, ahora, mañana, aquí y allá y siempre.
¿Te queda claro amigo? Si, si ahora sí… pero,
¿por qué pio los intelectualoides de pacotilla no usan palabras entendibles,
claras, en vez de usar términos ridículamente grandilocuentes y pedantescos?
¿Podes pio dar otro ejemplo sencillito
mí… para fijar en mi percha mental el concepto?
Bueno mba é:
Vamos a suponer que tu amigo, no por malo katueté (sino por su conciencia averiada
angá)
“te propone un encuentro sapy-aité mi, con una “mariposa
de
la noche”…
¿Es respetable la idea? ¡Nooo…claro
que no…si Lapa me pilla…ndéra na loo Joselo!
Ahí está el otro ejemplo querido Goyín: La
idea es reprochable, pero…no la persona, no tu amigo, porque la persona…tu amigo
es más valioso que su mala idea.¡Entendéa!
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