¡Feliz
Pascua!...expresión de gran júbilo para el mundo cristiano. ¿Cuál sería la
conducta del terrícola posmoderno de haber vivido los acontecimientos de: crucifixión,
muerte y resurrección del Galileo? ¿Qué diría, pensaría o haría?
Hoy, se cree o se dice creer que, era hijo
de carpintero, maestro, desterrado, líder... es
decir, todo lo que sabemos de Él, pero hizo lo que ningún otro carpintero,
maestro, desterrado o líder jamás ha hecho, por muy poderoso que fuera": ¡Resucitó!
Así las cosas, ese es
el motivo de la alegría de los cristianos, y del sentido de tanta felicitación.
Jesús resucitó hace dos mil años y con eso cambió por completo la historia
del mundo, y la vida de todos aquellos que
quieran seguirlo...
Hubiera sido un fracaso sus sufrimientos
y, desahucio de sus seguidores, su muerte definitiva. Porque, “si Jesús
no hubiese resucitado la predicación sería vana y seríamos los hombres más
dignos de compasión” (1ª Cor 15, 14.19).
Los cristianos disfrutarán la vida
resucitada igual que Cristo… (1ª Co.15:42-44). En esta vida
sufrimos dolores y enfermedades, pero en la vida venidera, disfrutaremos los
cuerpos perfectos que ahora anhelamos desesperadamente.
Pero, la
resurrección de Cristo significa que Él juzgará al mundo con justicia. “Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos
de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se
arrepientan.
Porque Él ha establecido un día en el cual
juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien Él ha designado,
habiendo presentado pruebas a todos los hombres cuando Lo resucitó de entre los
muertos”, Hechos 17:30-31.
Por consiguiente, la resurrección de
Cristo supone compromiso. Todos seremos juzgados por las cosas que hicimos o
dejamos de hacer. Los impíos serán responsables de su desobediencia, y quienes
se esforzaron por serles fiel, serán recompensados.
Pero este juicio no tiene que ser algo terrible.
La fe es lo que nos une a Cristo, nos ayuda a hacer el bien y evitar el mal, por
lo cual, recibiremo el perdón de nuestros pecados.
No nos contentemos sólo con enviar
mensajes de felicidad, huevos de pascua, entre otros regalitos que nos impone
el consumismo. Lo más importante, es el regalo increíble que Dios nos ofrece en
Cristo: ¿amar a Dios y a los demás como hermanos que somos!
“Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí,
aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees
esto?” Juan 11:25-26.
¡Feliz Pascua con todos!
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